El encuentro abrirá con una Gran Milonga a las 20 locales en el Centro de Exposiciones, ubicado entre las avenidas Figueroa Alcorta y Pueyrredón, con entrada gratuita. "El tango es parte de la identidad porteña y en estos cuatro años fue esencial el apoyo y el estímulo que le hemos dado al festival en una estrategia en conjunto con toda la comunidad tanguera", sostuvo el ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Hernán Lombardi, durante el lanzamiento del evento. Debido a la gran demanda del público -proveniente de distintos países de América Latina y del mundo- las actividades se desarrollarán también en otras tres locaciones: el Teatro 25 de Mayo, el Teatro de La Ribera, y el tradicional estadio Luna Park, escenario de la gran final del mundial de danza. Más de 500 artistas, 150 espectáculos, clases y conferencias rendirán homenaje durante quince días al ritmo del "2 por 4", cuyas raíces deben buscarse en los "arrabales" (zonas suburbanas de Buenos Aires) adonde llegaban, directamente desde el puerto, inmigrantes de todo el mundo.
La nostalgia, el desarraigo, la sensualidad y el particular argot presente en las letras del tango (el "lunfardo") no es más que la celebración de la mezcla de idiomas y culturas que se gestó en Argentina de principios del siglo XX. La Orquesta de Horacio Salgán, Leopoldo Federico, la Orquesta Típica El Porvenir, El Arranque, Horacio Ferrer, los cantantes Horacio Molina, María Nieves, Amelita Baltar, María Graña y Raúl Lavié serán grandes protagonistas del festival.
El músico uruguayo Rubén Rada hará honor a las raíces negras del tango (de hecho, esta palabra proviene del idioma ibibio, de Congo, y significa tanto "reunión de negros" como "bailar al son del tambor") con un concierto que unirá este ritmo al candombe y la murga junto a la Orquesta Típica del Río de la Plata y al bailarín argentino Juan Carlos Copes. Tradición y vanguardia se unirán en el apartado Conciertos Exclusivos, donde verán la luz composiciones inéditas y artistas internacionales como Tango Fusión (Alemania), con su repertorio de Kurt Weill en clave tanguera, y Quetango, de Canadá. La danza será, por supuesto, la gran protagonista en su versión tradicional y otras que denotan su evolución y fusión con distintos lenguajes. No sólo en diferentes presentaciones sino en las distintas instancias de rondas clasificatorias y semifinales del certamen, que desembocarán en el Luna Park, escenario una vez más de las grandes finales de Tango de Salón y Tango de Escenario del Campeonato Mundial, los días 29 y 30 respectivamente.
Será una gran oportunidad para volver a escuchar la cadencia nostálgica del tango y atreverse, por qué no, a ensayar algunos pasos de la danza "arrabalera" que con su sensualidad conquistó al mundo.