La transición que está atravesando el circuito pone en jaque día a día a los eslabones de la actividad aerocomercial. Un repaso por las proyecciones más destacadas. 

Mucho se habla de que en el turismo, los avances tecnológicos se aceleraron con la pandemia. Pero en el área aerocomercial puntual, ya había habido múltiples señas de que la innovación ya había llegado. El sector fue pionero en múltiples cuestiones IT, como el ticket electrónico, que marcó un precedente que luego se replicó en muchas industrias.

Pero ahora la cadena de valor está pasando por una transición con dos sistemas funcionando en paralelo. Ante este escenario, desde la OAG publicaron un informe en el que se evalúa la situación actual y las perspectivas que los especialistas avizoran.

EL SISTEMA CONOCIDO POR EL SECTOR AEROCOMERCIAL

El actual formato que utiliza la actividad es el que surgió en 1970 y desde la OAG lo describen como de "interfaces de usuario obsoletas y flexibilidad limitada": "Presentan un posible riesgo para la seguridad de los datos y las interrupciones de TI. Además, este sistema puede ser un desafío para actualizar o reemplazar cuando surgen tecnologías más nuevas, lo que requiere un esfuerzo y recursos significativos para operar correctamente".

Asimismo, explican que es posible que este sistema heredado no pueda integrarse con las soluciones de software de terceros más nuevas que las aerolíneas necesitan para seguir siendo competitivas en el mercado actual.

Por otro lado, se encuentra el sistema que busca posicionarse actualmente en el mercado: "Está diseñado pensando en los usuarios actuales (aerolíneas) y usuarios finales (viajeros), aquellos que esperan interfaces y funciones intuitivas, como opciones de personalización y análisis detallados".

Un ejemplo es el NDC, que tantos conflictos hoy está trayendo al sector de agencias de viajes por la manera en que está siendo implementado por las aerolíneas (ver nota).

Al respecto, desde la OAG ponderán que el viajero de hoy espera que los nuevos productos, como la compensación de CO₂ y los seguros de cancelación, estén disponibles constantemente con un clic del mouse: "La experiencia minorista de las aerolíneas, en comparación, parece obsoleta y esto debe cambiar. El viajero digital de hoy exige un autoservicio digital inmediato".

En este sentido, remarcan el rol de las empresas de tecnología que quieren proporcionar soluciones de software innovadoras que puedan revolucionar la forma en que se hacen las cosas actualmente.

UNA NUEVA REALIDAD PARA LAS AEROLÍNEAS

En medio de la innovación tecnológica, también irrumpe un jugador que desde hace rato viene pidiendo pista, como el caso del combustible de aviación sostenible (SAF). Sin embargo, puntualizan en que la transición del sistema se centra predominantemente en el lado del negocio de las aerolíneas orientado al cliente (minorista). Es decir, la forma en que los vuelos se ofrecen, empaquetan, venden y también se vuelven a reservar en casos de interrupciones en los vuelos está cambiando drásticamente, lo que beneficiará tanto a las aerolíneas como a los viajeros.

Un punto importante a destacar es que las aerolíneas estadounidenses esperan generar una ganancia récord de 1 dólar por pasajero, durante 2023. Lo cual es destacado, dado que la industria en general no se caracteriza por la rentabilidad.

Ante el aumento de pasajeros proyectado a futuro, fenómenos meteorológicos extremos y huelgas laborales, que pueden provocar más interrupciones inesperadas, los especialistas ven como una necesidad la implementación de una "tecnología más robusta".

EL NUEVO PARADIGMA DE LAS AEROLÍNEAS

Desde la OAG concluyen que todos estos movimientos no son más que la antesala de la modalidad que las compañías adoptarán, que estarán más ligadas a la venta minorista de aerolíneas del futuro: "Crear la oferta adecuada en el momento adecuado".

Esto se trata de, explican, pasar de elegir entre una combinación limitada de tramos de vuelo a comprar de manera más flexible durante todo el viaje.

Pero, ¿qué lugar tiene el revenue management en todo este cambio? En definitiva, es fundamental para la fijación de precios hasta el control de inventario, y que se maximicen sus beneficios.

"Los sistemas modernos de gestión de ingresos consideran no solo los datos históricos, sino también los futuros, que pueden incluir una variedad de fuentes diferentes, como la actividad de las redes sociales, la búsqueda y los datos meteorológicos", detallan desde la OAG.

En este sentido, juega un papel relevante los conocidos como precios dinámicos y que son los que rigen el mercado actualmente. Pero ante los cambios que se dan, esa vanguardia que representó en un momento, desde las compañías, manifiestan que no están pudiendo hacerle honor dado el sistema histórico por el cual se rigen.

"La mayoría de las aerolíneas aún no han desbloqueado el espectro completo de información en tiempo real sobre sus motores de precios", aseguran. Por lo tanto, son las mismas aerolíneas en su conjunto que se enfrenta a una presión cada vez mayor para actualizar sus sistemas de gestión de ingresos.

LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS REGIRÁN A LAS AEROLÍNEAS

Según la OAG, el futuro de la gestión de ingresos en la industria de las aerolíneas estará determinado por las tecnologías relacionadas con la IA que permiten a las aerolíneas capturar y analizar grandes datos en tiempo real y automatizar las decisiones de fijación de precios, un proceso que a menudo se denomina fijación continua de precios.

“La fijación continua de precios es un facilitador adicional de la optimización de la oferta, ya que la aerolínea puede refinar en gran medida el precio ofrecido en comparación con las opciones estáticas y limitadas actuales a través de la presentación de tarifas heredadas”, explican desde la IATA.

Volviendo al informe de la OAG, señalan que la AI puede revolucionar la gestión de ingresos al permitir que las aerolíneas analicen grandes cantidades de datos en tiempo real y hagan predicciones más precisas sobre la demanda y los precios.

A su vez, el machine learning puede ayudar a las aerolíneas a analizar patrones de datos y hacer predicciones sobre la demanda y los precios futuros a través de la correlación de entradas de datos, decisiones de precios y rendimiento de ingresos.

Una tercera herramienta, puntualizan en que Internet de las cosas (IoT) puede proporcionar a las aerolíneas aún más datos en tiempo real, sobre todo, desde retrasos en los vuelos hasta las preferencias de los clientes, que se pueden utilizar para mejorar las decisiones de gestión de ingresos. Por ejemplo, mediante el uso de sensores IoT para monitorear las condiciones climáticas en tiempo real, las aerolíneas pueden ajustar los precios y los niveles de inventario en respuesta a los cambios relacionados con el clima a pedido.

LOS EJEMPLOS DE LA NUEVA ERA DE LAS AEROLÍNEAS

  • SAS, cuyo avanzado sistema de gestión de ingresos, en colaboración con Amadeus, se basa en un nuevo modelo de previsión de ingresos que aplica datos de ventas en tiempo real. Esta tecnología mejoró la capacidad de previsión de la demanda de la aerolínea en un 30 %, como explicó la aerolínea en un estudio de caso.
  • Lufthansa, que, en 2019, se asoció con la aplicación de reservas de viajes Hopper para aprovechar sus capacidades de inteligencia artificial y aprendizaje automático para obtener predicciones más precisas sobre los precios de los vuelos.
  • AirAsia también reconfiguró su pila tecnológica para operar de manera más eficiente al anunciar un análisis de datos más prospectivo a través de su colaboración con Kambr.
  • La asociación de JetBlue con FLYR Labs ha brindado una gran cantidad de oportunidades de optimización de ingresos para la aerolínea.
  • Azul Airlines se asoció con Fetcherr, otro proveedor emergente de Travel Tech, para probar la predicción de la demanda a través de la plataforma de precios Algo de Fetcherr.
  • Etihad, por ejemplo, se asoció con Sabre para incorporar mejor los datos de compras en vivo en sus motores de precio.
  • Air Canada, United y Qatar se han centrado mucho más en la fijación continua de precios impulsada por IA en los últimos años.