Carlos Nuñez, director ejecutivo de Facve, dialogó con Mensajero sobre el impacto de los impuestos en la diaria de las empresas del sector y la importancia de revertir esta situación. 

A fines de 2022, el Foro Argentino de Consultores & Empresas de Viajes (Facve) realizó su tradicional brindis y a modo de balance, su director ejecutivo, Carlos Nuñez, hizo hincapié en que los años pasados fueron “terribles”, pero que por suerte en 2022 se empezó a ver la luz al final del túnel (ver nota).

Para saber si esa visión se mantuvo en 2023, Mensajero dialogó con el dirigente. "Si uno hace un análisis del año pasado, el sector se recuperó. Eso queda bien en claro después de los dos años más difíciles de la industria, ya que al recuperar la demanda, las agencias de viajes pudieron enfocarse en producir", comentó el ejecutivo.

Aunque aclaró que el problema es que todas las medidas que se han tomado en este tiempo, en lo que respecta al turismo emisivo, han penalizado a la industria por la gran carga distorsiva de impuestos implementada al sector. En este sentido, puntualizó: "Cualquier agencia de viajes recauda el doble de lo que es su actividad. Una parte, por los servicios que vende en el exterior y con los que indudablemente le paga a sus proveedores, pero recauda el otro 100 % que actúa como agente de percepción para el Estado. No solo se paga el impuesto del impuesto, sino todo el costo de procesar esta recaudación para el fisco".

En este sentido, detalló que las agencias están siendo agentes de percepción y recaudación de un nivel de facturación que duplica a lo que es su negocio: "Esas medidas han llegado para quedarse, e indudablemente es uno de los temas para la actividad turística para quienes comercializan viajes al exterior".

A su vez, comentó que el gran desafío de la industria es hacer mucho más simple el ambiente del negocio que hoy está complejo. Porque esa presión fiscal del más del 100 x 100 que lo tienen las agencias de viajes en cuanto a la venta de servicios en el exterior, la tienen las compañías aéreas también y distorsionan todo porque se paga el impuesto a los débitos y créditos. "El impuesto al cheque se computa sobre esos montos de recaudación y ahí está la gravedad. Eso es una de las grandes complicaciones", analizó.

Al respecto, comentó que Facve se compone de más de 40 empresas que tienen las mismas problemáticas que el resto de las agencias de viajes, lo que pasa es que son empresas medianas y grandes, entonces las medidas les impactan más.

"La problemática es de todos, no de unos sí y de otros no. El único camino es juntos y así buscar que se escuche y que se trate, escuchar, creo que ya se ha hecho porque no es un tema novedoso, solo que se ha ido agravando en el tiempo, pero no es nuevo", aclaró.

También destacó que los viajes al exterior han tenido más demanda que oferta: "Si se entiende que hoy hay volando solo el 70 % de las aeronaves significa que hay menos frecuencias. Los dos años de pandemia hicieron que muchos pasajeros pospusieran sus viajes o que en ese tiempo hayan pensando que no iban a hacer salidas por mucho tiempo, entonces, en el primer trimestre de 2022 se cumplieron todos esos pendientes. Hubo una demanda reprimida que hizo que prácticamente sin o con cuotas se termine vendiendo igual. Indudablemente en condiciones normales el mundo no opera así, pero este año no fue normal, hoy sigue habiendo mucha más demanda por determinados destinos que oferta en general".

De esta manera, señaló que apuntan a que esto se vaya normalizando y que las compañías aéreas vuelvan a operar la misma cantidad de vuelos y frecuencias. Por lo tanto, indicó, cuando haya ese equilibrio de oferta y demanda, sí se va a requerir de ese tipo de herramientas como las cuotas para que tenga acceso la otra parte del mercado, pero es muy difícil analizarlo en un año tan atípico como lo fue 2022.

Un tema relevante, explicó Nuñez, es la recuperación de recursos humanos calificados en la actividad: "La pandemia hizo que no solo en Argentina, sino en muchas partes del mundo, que mucha gente que trabajaba en turismo decidiera hacer otra cosa. Hoy eso se siente, hay muchas empresas en búsqueda de recursos capacitados, por lo cual hay que trabajar en forma conjunta para cómo capacitarlos", agregó.

Asimismo, indicó que hoy el personal ya no trabaja como antes, porque la pandemia aceleró los procesos, entonces ya no se desempeñan de lunes a viernes en un determinado lugar, hay modalidades virtuales y presenciales: "Hay una necesidad mayor de automatizar muchos procesos que antes se hacían manuales, entonces hoy el gran desafío de la industria es recuperar y profesionalizar a los recursos humanos que en este momento faltan. Es un punto clave".

LAS PROYECCIONES PARA LA ACTIVIDAD TURÍSTICA

En términos del turismo nacional, Nuñez destacó que la demanda ha seguido estable, y como hay una decisión de continuar con el Previaje a algún sector le va a favorecer en la época de baja, mayo y junio. En cuanto al tráfico internacional, dependerá de que crezca la conectividad. "No existe turismo sin aviones, esas compañías que antes operaban con mayor frecuencia tendrían que en 2023 ir recuperando la oferta de asientos que tenían", añadió.

En paralelo, acotó que el contexto del interno es dificultoso, ya que es un año de elecciones y con una inflación del 100 %, con lo cual los parámetros no son demasiado optimistas. "En términos del contexto internacional, muchos de los principales países emisores tienen sus dificultades inflacionarias, por lo cual, en términos de volumen, hay bastante cautela. La recuperación de 2022 es una cosa y acentuarlo en 2023 es un enorme desafío", indicó.

Para cerrar, remarcó que la actividad turística tiene que ser parte de la solución: "Involucro a todos porque no existe tráfico receptivo sin emisivo. Tiene que haber mayor conectividad interna y externa, por lo cual creo que es un tema de agenda de país y nosotros desde las asociaciones empresariales de la actividad tenemos que seguir trabajando en forma conjunta para hacer más simple este ambiente del negocio que hoy está tan distorsionado".