Tanto la IATA como ALTA señalaron que la incorporación de un ítem más en los tickets desalienta la demanda y, por lo tanto, "agrava la competitividad del país".

El martes, horas antes del inicio en la Cámara de Diputados del debate por el proyecto de Presupuesto 2023, la legisladora del Frente de Todos por la Ciudad de Buenos Aires, Paula Penacca, propuso sumar un nuevo artículo. La incorporación se basa en una tasa para los tickets aéreos, ya sean de cabotaje o internacionales (ver nota).

Al respecto, desde la Cámara de Compañías Aéreas en Argentina (Jurca), le explicaron a Mensajero que dicha incorporación sería abrir una puerta hacia un lugar desconocido. De acuerdo a lo que indicó la diputada, lo recaudado será destinado a la PSA. Sobre este punto, desde la Jurca puntualizaron que ya se paga por servicios de seguridad privada en el aeropuerto. "La PSA, por ejemplo, no cubre el escaneo de valijas, que es su responsabilidad. Además, encarecemos cada vez más los boletos. En definitiva, es otro impuesto por el que pagaremos más impuestos”, agregaron.

Luego de que el proyecto obtuviera media sanción, desde la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) manifestó su rechazo. "La seguridad en la aviación civil es una responsabilidad del estado y tal como recomienda la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), es el mismo Estado quien debe cubrir con ese coste, sin trasladárselo al pasajero", indicaron.

En este sentido, puntualizaron en que la ANAC ya cobra una tasa de seguridad de 8 dólares, además de un sinfín de tasas e impuestos sobre los boletos aéreos que hacen que el sector en Argentina sea uno de los más gravados en el mundo, tanto del lado de los pasajeros como para las empresas que prestan el servicio.

Siguiendo con esta línea, desde ALTA comentaron que la demanda de los pasajeros aéreos, especialmente de turismo (que hoy en día representan más del 80 % de los viajeros en la región), es sumamente elástica. Esto quiere decir que cualquier variación en la tarifa a pagar se ve rápida y directamente reflejada en el número de viajeros.

Las aerolíneas se oponen a la nueva tasa aérea

Sobre este punto cabe decir que actualmente dentro de los pasajes ya se cobra la tasa de seguridad de la ANAC, el uso de aerostación, migraciones, aduana, impuesto al turismo del 7 % y los impuestos de la AFIP. En estos momentos, el 54 % del valor total de un boleto aéreo que paga el pasajero en Argentina corresponde a tasas.

"Los costos de navegación área son ocho veces más caros que en Chile y los costos de aterrizaje son casi el triple comparados con Paraguay", indicó.

“Esta política recurrente de gravar a la industria se está haciendo insostenible. La aviación ha demostrado su compromiso con el Gobierno para trabajar en conjunto, con efectividad y visión en la sostenibilidad del transporte aéreo en Argentina tras la pandemia, donde nuestros pronósticos estiman la recuperación de los niveles 2019 para 2024. Pero en lugar de facilitar este proceso, el Gobierno impone más obstáculos. Aprobar dos nuevas tasas en tan solo dos semanas es un golpe paralizante", aseguraron los representantes de la IATA.

Por su parte, desde ALTA reiteraron que cada país tiene poder de decisión y lo respetan, pero como asociación regional que representa cerca del 80 % del tráfico aéreo en la región se ven en la obligación de alertar sobre el reto y el impacto negativo que representa incrementar los gravámenes al transporte aéreo, que impactan directamente a la población.

Al mismo tiempo, nos ponemos a disposición de las autoridades pertinentes para brindar datos y apoyo técnico, traer buenas prácticas regionales e internacionales que permitan contribuir a los servicios que recibe la actividad aeronáutica de manera eficiente y sustentable, de una manera que promueva la cantidad de vuelos y pasajeros y genere más beneficios para la nación. "Esperamos que las autoridades oigan a la industria que conecta al país, que lleva oportunidades incluso a lugares remotos, que promueve la cultura argentina y que genera negocios", subrayaron.

Asimismo, desde la IATA puntualizaron en que Argentina viene perdiendo competitividad frente a sus pares de la región: "Las autoridades deberían considerar que, tras finalizar la temporada de verano en el hemisferio sur, muchos operadores aéreos podrían reconsiderar su capacidad y sus frecuencias al país".