A través de un informe orientado a la resiliencia, el Consejo Mundial de Viajes y Turismo estableció cinco ejes de acción a favor de la industria y la sociedad.

El documento Mejorar la resiliencia para crear sostenibilidad en los destinos, que fue creado en conjunto con el Inner City Fund (ICF), el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) destacó lo importante que es el hecho de que los países puedan trabajar en conjunto para conformar destinos más resilientes y sostenibles, lo que representa un mayor desarrollo turístico a nivel global.

A continuación, un repaso por cada uno de los tipos de resiliencia que destacó el WTTC:

WTTC confía en la creación de destinos más sostenibles

Resiliencia ambiental: se enfoca en la capacidad de un destino para resistir y recuperarse de forma adecuada ante los daños naturales. Este tipo de resiliencia es particularmente necesaria para lugares como las playas, las montañas, los ríos y los bosques.

Resiliencia de la infraestructura: se relaciona directamente con los sectores que reúnen al alojamiento y al transporte, sin dejar de lado a las instalaciones de soporte que permiten que la economía turística sea eficaz. De este modo, los destinos deben garantizar que la infraestructura es segura para los viajeros. En este punto se contemplan los procesos para enfrentar crisis infraestructurales, como por ejemplo los simulacros de evacuación.

Resiliencia energética: se refiere a la capacidad con la que cuenta un destino para garantizar un abastecimiento de energía eficiente. Este tipo de resiliencia busca que el destino funcione sin ningún tipo de inconvenientes, y proporcionar un nivel constante de servicio a los viajeros, siempre y cuando logre garantizar que las poblaciones locales no entren en desventaja por el intercambio de recursos.

Resiliencia económica: se divide en dos definiciones. Una se refiere a la capacidad de un destino para sobrevivir a una crisis, mientras que la otra se enfoca en el entorno operativo de las empresas.

En este punto también se destaca la necesidad de políticas reactivas, que han surgido a raíz del impacto que causó la pandemia. También se recomienda implementar acciones proactivas relacionadas a la capacitación para lograr mejorar la resiliencia económica.

Resiliencia social: se enfoca en que las personas y entidades desarrollen la capacidad de saber enfrentar posibles amenazas como los problemas ambientales, económicos y sociales. Se relaciona directamente con las garantías de que aquellos que no pertenecen al sector. En caso de una crisis, las necesidades de la sociedad local deben ser prioritarias y así evitar una eventual "resistencia" al turismo.

Por último, el informe también incluye recomendaciones identificadas como claves para que los destinos en su viaje mejoren su resiliencia, como por ejemplo el desarrollo de modelos de gobierno exitosos, la garantía a la propiedad y el valor compartido, además de prepararse para un eventual próximo "shock".