Gustavo Peralta, presidente de la Asociación Cordobesa de Agencias de Viajes, habló con Mensajero sobre las preocupaciones de las empresas tras la larga inactividad.

A raíz de la difícil situación que están atravesando las agencias de viaje, debido a la larga inactividad como consecuencia de la pandemia de coronavirus, la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo (FAEVYT) lleva adelante una serie de reuniones virtuales con las distintas regionales del país, para que expresen sus inquietudes y comiencen a delinear acciones para que de a poco puedan ponerse en marcha.

"Si conseguimos un beneficio para el pasajero, podemos torcer esta realidad"

En ese contexto, Gustavo Peralta, presidente de ACAV, le brindó a Mensajero sus conclusiones luego de la reunión: “Todos estos temas son puntos sensibles para la realidad que están viviendo las agencias de viajes. Pudieron sacarse todas las dudas y plantearle al presidente de FAEVYT los problemas particulares de cada una de las empresas. Me pareció muy buena la charla. Hacía falta. Nosotros al margen de esta reunión, venimos de tres encuentros con nuestros socios reafirmando toda la gestión de 2020/2021. Hicimos los pedidos de exención impositiva y de la Ley de Emergencia Turística, que todavía no hemos logrado”.

A pesar de que Córdoba tuvo una buena temporada de verano (ver nota), Peralta remarcó que las agencias de viajes quedaron afuera del circuito comercial: “La falta del aeropuerto es un motivo fundamental, porque no hay transfer in-out, no hay un receptivo al no tener una conectividad aérea. Además, casi el total de los pasajeros que vinieron a la provincia lo hizo de manera particular, con sus medios de transporte. Entonces tomaron todos los servicios de forma directa, sin pasar por las agencias. No hay tampoco una gran cantidad de consumo de servicios turísticos, como las excursiones o el turismo de recreación”.

“Si nosotros llegamos a conseguir herramientas de financiación o algún tipo de diferenciación o beneficio que le podamos dar al pasajero para tratar de que el mercado se acostumbre a pasar por una agencia de viajes, me parece que podemos llegar a torcer esta realidad”, proyectó.

Sin embargo, una vez finalizada la temporada de verano, las empresas comenzaron a tener movimiento, a partir de las salidas de contingentes, que se vieron afectadas por las restricciones al turismo dictadas por el Gobierno nacional (ver nota). “Lo más importante es que el mercado iba tomando seguridad. Ya había viajes grupales a distintos destinos y el pasajero entendía que arriba de los coches se lo cuidaba. La gente volvía con un índice mínimo de contagios y el boca a boca ya empezaba a dar confianza. Había demanda y los agentes empezaban a reprogramar las salidas que tenían del año pasado, pero lamentablemente volvimos a foja cero con estas medidas”, comentó Peralta.

“La verdad es que lo más duro de todo esto no es que nos hayan prohibido salir, sino la forma en que lo hicieron, porque en definitiva, las líneas regulares siguen saliendo, pero los micros de turismo, que tienen más control, están parados. Nos hacen entender que el turismo es el culpable y no tiene nada que ver”, sintetizó.