IATA sugirió a los Gobiernos nacionales a hacer este tipo de test, que son 100 veces más veloces que los PCR.

La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) encargó un investigación a OXERA y Edge Health.

De este documento surgen algunas cuestiones relevantes como que las pruebas de antígenos proporcionan resultados comparables con las pruebas de PCR. Asimismo, resaltan que los tiempos de procesamiento son 100 veces más rápidos que los otros y que son 60% más baratas. 

En este sentido, ejemplificaron: "Una familia de cuatro personas que viaje desde el Reino Unido a las Islas Canarias realizará un total de 16 pruebas a un costo total de alrededor de 1850 euros, un 160% más sobre la tarifa aérea promedio. Un viaje de negocios típico de Londres a Frankfurt ve un aumento de costos del 59% con el requisito de la prueba de PCR". 

Teniendo en cuenta estos conceptos, desde IATA instaron a los gobiernos a aceptar las pruebas rápidas de antígenos entre los requisitos que se le piden a los viajeros. 

"Las pruebas desempeñarán un papel fundamental para dar a los gobiernos la confianza necesaria para reabrir sus fronteras a los viajeros. Es importante que los gobiernos consideren estos hallazgos al hacer planes para un reinicio", dijo Alexandre de Juniac, quien fue hasta el viernes pasado el director General y CEO de IATA (ver nota).

Entre otros puntos, hicieron hincapié en que en algunas partes del mundo, la capacidad de prueba de PCR es limitada, y la primera prioridad se asigna correctamente al uso clínico.

"Los viajeros necesitan opciones. La inclusión del test de antígenos entre las pruebas aceptables ciertamente fortalecerá la recuperación. Y la especificación de la UE sobre este tema ofrece una buena base para una armonización internacional más amplia de las normas aceptables", señaló De Juniac.  

Por otro lado, subrayaron que en algunos países como Reino Unido, que con la capacidad de PCR que tiene actualmente cubriría sólo el 25% de los niveles de pasajeros de 2019: "Esto podría causar cuellos de botella a medida que aumente el número de pasajeros".

Asimismo, el ex líder de IATA, remarcó que están viendo que las pruebas rápidas se están convirtiendo en prácticas comunes en escuelas y lugares de trabajo, entonces extender su uso a los viajes sería "algo lógico". En este sentido, puntualizó en que sería muy relevante para reducir el riesgo de transmisión transfronteriza.