El presidente del país vecino, Luis Lacalle Pou, anticipó que abrirá las fronteras "cuanto antes se pueda" para aquellos que estén inmunizados contra COVID-19. 

Lentamente, el mundo parece intentar volver a un ritmo algo más parecido al que existía antes de la pandemia. En ese marco, Uruguay, el país latinoamericano que más restricciones le impuso al turismo durante los últimos meses, anunció su decisión de abrir las fronteras para recuperados y vacunados contra COVID-19 en el corto plazo.

La noticia salió de boca del propio presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, quien aseguró que la vocación de su gestión siempre fue de mayor libertad y explicó que cuando tuvieron que tomar medidas duras "fue por necesidad".

Si bien no adelantó fechas, el mandatario sostuvo que la apertura de fronteras se llevará a cabo "cuanto antes se pueda". En principio, el ingreso será totalmente libre y sin necesidad de hacer cuarentena o de presentar un test PCR, sólo para viajeros que puedan comprobar que están inmunizados.

La campaña de vacunación en territorio uruguayo avanza, aunque aún a paso lento. De hecho, en la madrugada del viernes 26 llegarán apenas 192.000 dosis de Sinovac, mientras que el 15 de marzo se complementarán con 1.558.000 dosis de la misma vacuna china. A su vez, entre el 8 de marzo y el 26 de abril se aguarda por el arribo de 460.000 dosis de Pfizer.

Las vacunas del laboratorio chino comenzarán a administrarse a partir del 1° de marzo a docentes, policías, bomberos y militares en servicio, y a trabajadores del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU). Recién el 8 se vacunará al personal de salud con las dosis de Pfizer.