La Cámara Empresaria de Larga Distancia presentó un informe en el que se registró una baja del 80% en los viajes en ómnibus de este verano.

Si bien era habitual ver la postal de una terminal repleta de colectivos y micros de larga distancia, con miles de personas dispuestas a pasar las fiestas o vacacionar en alguno de los más de 1600 destinos que conectan regularmente los ómnibus, el balance del mes de enero no fue el esperado.

En todo el país, se repite una y otra vez la imagen de terminales vacías, sin micros, o con muy pocos en algunos casos, a pesar que el servicio terrestre opera desde hace semanas sin restricciones para el turismo y con valores de pasajes medianamente accesibles.

De los 1500 a 1800 servicios diarios que solían ingresar o partir, por ejemplo, de la terminal de Retiro durante esta época del año, hoy apenas pueden hacerlo alrededor de 135 micros al día. Sin embargo, más allá del impacto como consecuencia de las restricciones establecidas por algunas jurisdicciones provinciales, lo cierto es que la caída en la cantidad interanual de pasajeros promedia el 80%, y en algunos destinos lo supera.

Un relevamiento realizado por la Cámara Empresaria de Larga Distancia (CELADI) evidenció una preocupante coincidencia: "Estamos, sin lugar a dudas, frente a la peor temporada estival de la que se tenga memoria", coinciden empresarios sectoriales de todo el país.

Dependiendo del corredor, apenas viajaron en el último mes entre un 15% y un 25% de los pasajeros en comparación al mismo período que el año anterior.

La demanda de micros, en descenso
La demanda de micros, en descenso
El transporte terrestre internacional, suspendido

Ante el contexto desfavorable que atraviesa el segmento en particular, desde CELADI no descartan declarar la emergencia sectorial para la actividad, a pesar de reconocer y destacar las ayudas brindadas por el Ministerio de Transporte de la Nación. "De no revertirse esta realidad prontamente, de no hallar las herramientas que nos permitan corregir el rumbo trazado, asistiremos no solo a la desaparición de más 120 compañías nacionales de transporte y a la pérdida de miles de fuentes laborales directas, si no, en especial, a la pérdida en la conectividad de 1600 localidades de nuestro país, con todo lo que ello significa", resumieron.