Rosana Marianelli, directora de Promoción Turística de Miramar, habló con Mensajero sobre el balance de la temporada y las acciones a realizar en el destino bonaerense.

- ¿Cómo comenzó tu trayectoria en el sector?
- En el 2000 comencé a estudiar la Licenciatura en Turismo, en la Universidad Nacional de Mar del Plata, y me recibí en 2006. Ese mismo año comencé a trabajar en la Secretaría de Turismo de la Provincia de Buenos Aires, así que me mudé a La Plata y estuve allí durante 11 años. Básicamente me encargaba de la modalidad de turismo accesible, es decir, personas con distintos tipos de discapacidad. Incluso estuve dos años viviendo en España, aunque no me desenvolví laboralmente en lo que respecta a mi profesión, aunque en 2009 hice el Magister en Gestión Turística, en la Universidad Nacional de La Plata y posteriormente ingreso como directora de Promoción Turística en el Municipio de General Alvarado. Paralelamente formé parte de una consultora de proyectos turísticos durante mucho tiempo y fui docente en la Universidad de Mar del Plata y en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo de Buenos Aires.

"Toda crisis es oportunidad de cambio"

- ¿Qué te motivó a elegir esta vocación?
- Desde que estaba en la escuela secundaria que me atraía mucho el tema de los viajes. Si bien yo sabía que los licenciados en Turismo viajaban muy poco, o casi nada, porque es lo primero que te dicen en la facultad, estaba claro que me iba a encargar de la implementación y el diseño de proyectos de alternativas turísticas recreativas, ya sea desde el ámbito público o incluso en la docencia. Suele diferenciarse del trabajo de un guía, que visita muchos lugares y tiene amplio conocimiento sobre la geografía de un destino en particular.

- ¿Cómo te definís?
- Considero que soy una persona bastante estructurada y metódica en lo que hago. Por eso creo que la carrera que elegí se ajustaba mucho con mi perfil. Por más que las salidas laborales sean escasas y dificultosas, no me arrepiento en absoluto de haber elegido esta hermosa vocación.

- ¿Qué balance hacés de la temporada de verano en Miramar?
- Coincide con todas las planificaciones que hicimos anteriormente. Se hizo un trabajo muy fuerte en lo que refiere a la implementación de diferentes protocolos y el sello de calidad sanitaria que obtuvimos en octubre. Es imposible hacer una comparación respecto al año pasado, porque en 2020 tuvimos una muy buena temporada como hace años que la Costa Atlántica no tenía, así que me parece que no es sencillo establecer ciertos parámetros. Estamos muy satisfechos por el hecho de que la gente pueda disfrutar de sus merecidas vacaciones, y más si pensamos que hace tres, cuatro meses era algo impensado. Haber transitado meses como diciembre, enero con la mayor normalidad posible, con un nivel de actividad mínimo, que le permite a los prestadores conservar y cubrir sus costos fijos para seguir con la puesta en funcionamiento de sus negocios, es algo positivo, y más si tenemos en cuenta que no se disparó la curva de contagios por COVID-19. El hecho de que los sectores público y privado puedan mantener un nivel de actividad y que sanitariamente no tengamos un colapso es un éxito rotundo.

- ¿Cómo manejó la gente el tema de la pandemia?
- Los visitantes vienen a Miramar con ciertos hábitos y están muy acostumbrados a los cuidados que hay que tener. Después de nueve meses de transitar una pandemia ya han incorporado a sus vidas el alcohol en gel, el lavado frecuente de manos, el uso de barbijos y el distanciamiento social. Creo que ese es el protocolo principal que hay que conservar de manera individual y también al momento de encontrarse con otras personas. La gente acata las recomendaciones, por suerte. Obviamente que hay una parte de la sociedad como los adolescentes que tienen muchas ganas de salir y vienen a Miramar de vacaciones para afrontar distintas experiencias nuevas con cierta rebeldía, pero no es algo atípico, pero en gran medida acatan los consejos que se brindan. De todas formas, nuestro principal segmento es la familia tipo de cuatro personas. Quizás otros destinos como Pinamar o Villa Gesell se encuentran en una situación mucho más crítica respecto a lo que es la nocturnidad justamente porque la demanda principal de ambas ciudades son los jóvenes.

- ¿En qué consistieron las acciones de promoción a lo largo del 2020? ¿Ya imaginás cómo serán las de 2021?
- Respecto a las campañas que se hicieron, fue difícil más que nada porque transitar un año con una pandemia no fue sencillo. La presencialidad era imposible, por lo tanto, tuvimos que apostar a nuevas modalidades y atracciones como el uso de las redes sociales. Nos dimos cuenta que la virtualidad iba a tomar preponderancia. A través de Instagram enfocamos una acción puntual que se llama "Lo conocés", donde todas las semanas se brindan las características de un atractivo de Miramar y que suele relacionarse con la identidad de la ciudad, como por ejemplo el Arco Gral. San Martín, el Bosque Vivero o el muelle, entre otros. En Facebook tenemos más seguidores que el oficial del municipio, así que seguimos fortaleciéndolo, mientras que el sitio web recibió una inversión por parte nuestra para poder modernizarlo. Se hicieron nuevas plantillas para renovar la página por completo, con el objetivo claro de incorporar más imágenes y videos. Teníamos una fuerte presencia en la Feria Internacional de Turismo, pero como en 2020 no se llevó a cabo, tuvimos que apostar por la Feria Internacional de Destinos Inteligentes (FIDI).

"Toda crisis es oportunidad de cambio"

- ¿Con qué atractivos turísticos se puede encontrar el visitante que viaja a Miramar?
- El año pasado lanzamos un programa llamado "Experiencia Miramar, Tu Destino 360", cuyo objetivo es mostrar que una persona puede venir a visitarnos durante los 365 días del año. Si bien nuestro recurso estrella es el sol y la playa, tenemos otras atracciones que lo complementan. El objetivo es reordenar y diversificar la oferta de ocio con siete productos turísticos que incluyen diferentes atractivos y servicios para contratar. Tenemos todo lo relacionado al turismo activo, donde el principal exponente es el Paseo Costero en el que la gente practica running y trekking. También ofrecemos opciones en lo que refiere al turismo cultural y urbano, que reúnen visitantes interesados en monumentos y plazas. Otra modalidad que queremos desarrollar es todo lo relacionado al turismo místico, donde el Bosque Energético se concentra como un espacio de alto valor para visitas guiadas. Es más, por momentos veo que compite con la playa porque días nublados y hasta soleados recibe una muy buena cantidad de visitas.

- A partir de tu vínculo profesional con Augusto Costa, ¿considerás que tienen los recursos necesarios para fortalecer el turismo de Miramar? ¿O todavía falta?
- Yo creo que en cuanto a la disponibilidad de recursos vamos por buen camino, y más al tener en cuenta que pudimos acceder a distintos fondos que han surgido desde Provincia como desde Nación. Tal es así que pudimos comprar todas las estaciones sanitizantes para nuestras oficinas, pusimos alfombras, mamparas y demás. Toda crisis es oportunidad de cambio, y ante tanto dolor que genera la pandemia, las ayudas nos reforzó positivamente para obtener una mayor cantidad de recursos.

- ¿Pudiste aplicar tus conocimientos sobre turismo accesible en Miramar?
- Muy buena pregunta. Lo estamos tratando de hacer. Dentro de uno o dos meses va a salir el diseño y la implementación de nuestro mapa háptico. Se trata de una maqueta en la que a través de un relieve y el uso de distintas texturas las personas con discapacidad visual puede tener una referencia acerca de la distribución de los recursos atractivos y actividades que tiene el destino concentradas en un mismo espacio. Para señalizar el mar se utiliza una textura un poco más "rugosa", para localizar al bosque se una similar al pasto y demás. Obviamente, también están las indicaciones en código braille. Es un proyecto que abarcamos a lo largo de toda la pandemia y gracias a Dios, con estas ayudas de Nación y Provincia, pudimos conseguir los fondos para materializar todo.

- ¿Qué desafíos tenés por delante? ¿Cuáles son los objetivos a cumplir en relación al turismo de Miramar?
- Siempre tuve el anhelo de tener mi propia consultora de proyectos turísticos. No tengo dudas que es una asignatura pendiente. Tener un equipo multidisciplinario de trabajo, en el que cada uno de los integrantes tenga un rol específico, sería algo espectacular. Respecto al turismo de Miramar, resta mucho por hacer todavía. Tenemos el desafío de incentivar las inversiones del sector privado para poder atraer cada vez más turistas. A corto plazo buscaremos poder plasmar y subsanar los aspectos de accesibilidad, trabajar la modalidad de turismo gastronómico y rural, porque hay un gran potencial en ambos segmentos. Los recursos humanos internos son prioritarios, porque son el alma de lo que es la Dirección de Promoción Turística de Miramar.