Con una pérdida total de 46.000 millones de dólares y 20 millones de viajeros menos que en 2019, el país ibérico fue el más afectado.

Las terribles imágenes que se vieron en abril de 2020 acerca de los estragos que causó la pandemia en Europa, y particularmente en España, tuvieron su correlato en las cifras negativas del sector turístico de ese país. Los confinamientos estrictos y los continuos rebrotes del virus hicieron que perdiera 46.000 millones de dólares y 20 millones de viajeros hasta octubre del año pasado.

Los números se desprenden de un informe elaborado por el sitio especializado Eturbonews, que estimó una pérdida global total en los rubros de turismo y transporte cercana a los 935.000 millones de dólares. El Viejo Continente representa prácticamente el 50% de ese monto, ya que fue uno de los que más contagios sufrió, sumado a su fuerte dependencia de la actividad turística.

Con España en el primer puesto, el ranking de los más afectados siguió con Francia (tuvo pérdidas en torno a los 42.000 millones de dólares), Alemania (34.000 millones) e Italia (30.000 millones). El Reino Unido fue otro de los que registró una dura caída, junto a destinos de otras partes del mundo, como Australia, Japón y Hong Kong. Sin embargo, estos dos últimos no sufrieron tanto las consecuencias, dado que lograron suplir la ausencia de viajes internacionales con otras ramas de su actividad productiva.

Más allá de lo que ocurre en Europa, a nivel mundial, el país con retracciones más estrepitosas es Estados Unidos, que perdió 147.000 millones de dólares a raíz de la paralización del negocio turístico.

Los pequeños Estados e islas del Caribe, fuertemente dependientes de esta industria, también sufrieron una caída en sus ingresos de entre un 31% y 38%. En este grupo se encuentran Aruba, Turks & Caicos, Macao, Antigua y Barbuda, y Maldivas, entre otros.