Tras más de siete meses con los locales inhabilitados, los restaurantes y bares de CABA se ilusionan con llegar al 40% de la facturación pre pandemia.

Pasaron más de siete meses desde la última vez que los restaurantes de la Ciudad de Buenos Aires pudieron atender a los clientes dentro de sus salones. Desde la implementación del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, los locales gastronómicos porteños comenzaron a funcionar solamente por delivery y take away para luego empezar a trabajar con mesas en el espacio público. Sin embargo, desde AHRCC se venía insistiendo en la necesidad de autorizar el uso de los salones para evitar mayores pérdidas económicas. El viernes pasado, el Gobierno porteño dio curso a esa solicitud y permitió la apertura con un aforo máximo del 25%.

La noticia fue muy bien recibida por los dirigentes empresarios del sector, pese a que originalmente reclamaban una habilitación al 50% de la capacidad. "Creemos que igual es buena la posibilidad de esta apertura, pero todavía falta un poco más. Por lo menos para que los negocios puedan funcionar mejor", sostuvo Ariel Amoroso, presidente de AHRCC.

Para que la medida entre en vigencia aún resta que el decreto se publique en el Boletín Oficial. Si bien el permiso probablemente llegue en cuestión de horas, el domingo por la noche ya se podían ver varias pizzerías y cafés del centro con algunas mesas ocupadas.

Tras más de 200 días con sus puertas cerradas, los restaurantes, bares y cafés de la ciudad se ilusionan con alcanzar en el corto plazo el 40% de la facturación que tenían pre pandemia. "Llegando a eso, y sabiendo que el promedio para no perder dinero, o para llegar a un punto de equilibrio, es de aproximadamente un 70% de ocupación, estaríamos más cerca de lograr no perder plata", agregó Amoroso.

Actualmente, la mayoría de las firmas del sector se encuentran facturando entre un 25% y 30%, por lo que el regreso de los salones podría suponer un incremento aproximado del 10%.

Las empresas que quieran habilitar sus locales deberán presentar una declaración jurada, firmada por un profesional, en la Agencia Gubernamental de Control. Sólo se permitirá el servicio con reserva previa y las mesas deberán tener una distancia mínima de dos metros y podrán estar ocupadas por un máximo de cuatro personas.