El intendente Guillermo Montenegro aseguró que sólo permitirán el ingreso de la mitad de los viajeros durante la temporada de verano. 

No será una temporada de verano normal. De eso ya no quedan dudas. La esperanza que había a principios de año de recuperar un cierto grado de normalidad para las vacaciones quedó descartada y ahora sólo restará adaptarse a viajar con las limitaciones que ofrece este nuevo escenario de pandemia. El intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, confirmó este panorama al anunciar que Mar del Plata reducirá a la mitad el arribo de pasajeros durante el próximo verano.

La ciudad balnearia utilizará una aplicación para controlar la cantidad de gente que ingresa y que circula por su territorio. En resumen, esto quiere decir que el destino no podrá superar el 50% de su capacidad turística a lo largo de toda la temporada. Además, el funcionario municipal anticipó que utilizarán los 43 kilómetros de extensión de la playa para asegurar que se cumplan las pautas sanitarias.

Por otra parte, los locales gastronómicos, como bares y restaurantes, podrán trabajar con sus mesas en calles y veredas y con horarios extendidos. Si bien este anuncio puede llegar a caer mal tanto a empresarios como a visitantes que quieran pasar unos días de descanso en La Feliz, Montenegro aseguró que es importante reactivar de alguna manera a la actividad turística, ya que en estos meses se alcanzó el peor índice de desempleo de la historia de Mar del Plata (incluso por encima de los valores de 2001 y 2002), con un factor de desocupación que llegó al 26% de acuerdo a los últimos relevamientos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

En tanto, la Cámara Empresaria de Balnearios, Restaurantes y Afines del partido de General Pueyrredón comentó que ya presentaron un protocolo de seguridad sanitaria que establece que las carpas podrán estar ocupadas por un máximo de seis personas, y las sombrillas, por cuatro. Además, deberá haber una distancia de cuatro metros entre cada sombrilla. En todos los casos, las personas ingresarán con barbijo y se les entregará un dispenser de alcohol en gel. No habrá juegos en la arena para chicos, en la pileta habrá que mantener una distancia de dos metros y el uso de los vestuarios será limitado.