El economista Joaquín Escardó analizó el efecto que tendrán en la actividad las nuevas restricciones a la compra de dólares que anunció el Banco Central. 

El martes por la tarde, el tablero económico argentino se sacudió por completo cuando el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, anunció una batería de restricciones a la compra de dólares y a las operaciones con tarjeta de crédito en moneda extranjera. Palabras más, palabras menos, los anuncios hicieron que la divisa norteamericana saltara 30 pesos en su cotización oficial y que el paralelo abriera hoy por encima de la barrera de los 145 pesos. Si bien actualmente la industria está detenida por completo, estas disposiciones llegaron para quedarse, por lo que seguirán vigentes cuando la gente pueda volver a viajar. ¿Cómo afectará la recientemente implementada política cambiaria en el turismo?

Los anuncios del Gobierno con respecto al dólar se podrían resumir en algunos puntos. En primer lugar, el titular del BCRA comunicó que AFIP retendrá el 35% sobre el dólar ahorro o sobre el pago con tarjeta al exterior a cuenta del Impuesto a las Ganancias y Bienes Personales. En caso de que el contribuyente no esté alcanzado por este gravamen, el importe será devuelto al final de cada período fiscal. De esta manera, el ahorrista que quiera adquirir dólares en el banco deberá abonar el precio oficial, con el impuesto PAIS del 30% y esta nueva carga impuesta ayer por la entidad monetaria.

Además del doble cepo, se estableció que todos los pagos que se realicen con tarjeta hacia el exterior quedarán a cuenta del dólar ahorro. Esto tendrá una fuerte repercusión sobre el turismo emisivo cuando se reanude la actividad, pero también regirá sobre las transacciones con empresas que no facturen en pesos, como los servicios de streaming de música y películas o las plataformas de reserva hotelera que no tributen en el país, por ejemplo. Es decir, a partir de hoy, cualquier gasto en moneda extranjera se computará sobre el tope de compra permitido de 200 dólares por mes. Si bien no habrá un límite para abonar con el plástico, los montos se irán acumulando. De este modo, si un turista sale del país y gasta 600 dólares, no podrá ingresar al mercado de cambios por tres meses.

El impacto en el turismo

Está claro que la industria turística no saldrá indemne de esta situación. Las medidas del BCRA impactarán de lleno en la actividad, con consecuencias positivas y negativas. En primer término, de acuerdo al análisis del economista y actual asesor de la municipalidad de San Carlos de Bariloche, Joaquín Escardó, a partir de ahora "se acabó el subsidio al turismo".

"Los pasajeros que se iban afuera pagaban con tarjeta a 100 pesos y no a 130, que es lo que estaba el blue. De esta manera, se subsidiaba la salida del país. Ahora eso no será así. Habrá que ahorrar en blue para poder viajar al exterior", comentó en diálogo con Mensajero.

¿Qué es lo positivo? Lógicamente, el desarrollo del turismo interno. Si con el tipo de cambio anterior más el impuesto PAIS ya era costoso traspasar las fronteras de Argentina, con estas nuevas restricciones será prácticamente prohibitivo en muchos casos. Entonces, la única opción que tendrán varios turistas de la clase media será la de pasar sus vacaciones en algún destino nacional.

Si bien se trata de una excelente noticia para las provincias, queda la duda de cuánto incidirá esta decisión en la economía de muchas empresas y agencias de viajes que trabajan fundamentalmente con el mercado emisivo y que representan a la gran mayoría de los prestadores formalmente establecidos.