Según un estudio realizado por la OMT, actualmente 87 naciones reiniciaron la actividad turística en forma parcial pero sólo cuatro lo hecho completamente.

La Organización Mundial de Turismo hizo un seguimiento a nivel global de las respuestas a la pandemia desde el comienzo de la crisis sanitaria. Según los últimos datos, que fueron registrados el 19 de julio, el 40% de los destinos ya han flexibilizado sus restricciones de viaje, lo cual significa una considerable mejoría con respecto a la información compartida por la OMT en junio, cuando sólo el 22% de los países habían comenzado a abrirse al turismo. Incluso, en mayo únicamente el 3% había iniciado la actividad, lo que confirma una tendencia sugerida por la organización durante los primeros meses de la crisis, cuando aseguraron que la adaptación sería lenta pero continuada.

Cabe destacar que de los 87 destinos que reiniciaron la actividad, sólo cuatro lo han hecho de manera completa, mientras que los 83 restantes, si bien la aligeraron, mantuvieron alguna medida en pos de proteger la seguridad de su comunidad, como el cierre parcial de fronteras de rigor. En esta última edición del informe se muestra que 115 países siguen totalmente cerrados al turismo.

Zurab Pololikashvili, secretario general de la OMT, afirmó: “El reinicio del turismo puede acometerse de manera responsable y salvaguardando a la vez la salud pública, las empresas y el empleo. Mientras se transita hacia la flexibilización de las restricciones de viaje, la cooperación internacional es de vital importancia, pues de esta forma el turismo mundial puede ganarse la confianza de las personas, fundamento esencial para adaptarnos, trabajando juntos, a la nueva realidad a la que nos enfrentamos”.

Según el informe, los destinos con mayor dependencia del turismo están más dispuestos a abrirse: de los 87 destinos que se reactivaron, 20 son pequeños Estados insulares en desarrollo, muchos de los cuales ven al turismo como pilar central de empleo y de crecimiento económico y de desarrollo. Además, 41 países se encuentran en Europa, lo que confirma el papel fundamental que tiene la región en la recuperación de la actividad.

Con respecto a los 115 destinos que continúan con sus fronteras completamente cerradas al turismo internacional, 88 de ellos las han mantenido de esa manera durante más de 12 semanas. El costo  vinculado a la escasez de actividad como consecuencia de la pandemia alcanzó valores históricos, tanto en términos de llegadas turísticas como de ingresos: ya a finales de mayo, el impacto económico había alcanzado una pérdida de 320.000 millones de dólares de los EE.UU., tres veces más de los ingresos perdidos en la crisis económica global de 2009.