Dora Barrancos, investigadora e historiadora feminista, inauguró el ciclo Conversación sobre Género y Políticas Públicas organizado por MINTURDEP, CAT y CFT.

La Secretaría de Promoción Turística de la Nación comenzó ayer con una iniciativa que, tal como explicaron, busca "sensibilizar a los actores públicos y privados del sector para generar destinos más competitivos y sostenibles, teniendo en cuenta la inclusión, la igualdad de género, el respeto por la diversidad y la no violencia". 

El ciclo, denominado Conversación sobre Género y Políticas Públicas, cuenta con el apoyo de la Cámara Argentina de Turismo (CAT) y del Consejo Federal de Turismo (CFT). 

"El turismo permite ver la calidad de vida de una sociedad"
Yanina Martínez.

"Nuestro país se caracteriza por tener una sociedad plural en los estilos de vida, una diversidad en los caracteres etnoculturales y enriquecen a nuestro país y a nuestros destinos", remarcó Yanina Martínez, secretaria de Promoción Turística, en el inicio de la charla. Y agregó: "Tenemos que mejorar nuestro tejido social para tener un mejor bienestar". 

Jornada inaugural
La charla que dio comienzo a este ciclo estuvo moderada por Betina Rolfi, funcionaria de la cartera turística, contó con alrededor de 250 asistentes y tuvo como oradora principal a Dora Barrancos, socióloga, historiadora, feminista y asesora ad honorem del presidente de la Nación.  
En el cierre, Claudia Grynszpan, ministra de Turismo y Cultura de San Juan y presidenta del CFT, también hizo su aporte. 

La exposición de Barrancos comenzó con un repaso por los hechos que derivaron en la conquista de las vacaciones como un derecho adquirido por parte de las masas de trabajadores y trabajadoras. Es más, este no acceso previo, puntualizó, era huella de la pertenencia a una clase social, ya que en un principio este privilegio estaba dado solo para las clases más acomodadas que podían hacer uso de esa perspectiva de ausentarse de los lugares corrientes y comunes para despejarse. "En Argentina era bastante común que la clase pudiente tuviera quintas. Córdoba fue un lugar en donde los sectores de mejores perspectivas económicas lo eligieron durante mucho tiempo, hasta que se produjo un cambio hacia el mar en las primeras décadas del siglo pasado", detalló la investigadora del CONICET. En este sentido, focalizó en que Mar del Plata y las sierras cordobesas hicieron de un hábito vacacional.  

[divider]DATO[/divider]"El sector servicios en Argentina, incluido comercio está representando el 67% de la actividad económica femenina extra doméstica. Pero es evidente que hay mucha discriminación, las posibilidades de asenso no son iguales. El problema es la segregación vertical", consideró Barrancos. [divider]DATO[/divider]

Acto seguido, resaltó la importancia que tuvieron los viajes para las mujeres del siglo pasado, ya que este fue un espacio en el que pudieron relacionarse con otras fuera de su círculo familiar. Es decir, la burguesía del siglo pasado, además del turismo, también inventó y gestionó el modo relacional patriarcal que ubica a las mujeres en el plano privado encargándose de los quehaceres domésticos y a los hombres en el ámbito público. Un ejemplo de ello es que en Argentina, hasta la modificación del Código Civil en 1926, las mujeres casadas no podían comerciar, pasear o vacacionar sin la autorización de su marido; y si alguna viajaba sola no podía alojarse en un hotel. Recién, luego de la década de 1950 o 1960, esta situación comenzó a cambiar, inscribiéndose como un logro más del movimiento feminista. Acompañado de esto vino la liberación de los cuerpos de las mujeres, que va más allá de lo vinculado a lo anatómico si no que se enfoca como una reivindicación de la existencia autónoma.

"Entre los grandes cambios que hubo, sin dudas, el turismo típico de mujeres se fue haciendo cada vez más intenso con plazas y destinos nuevos", aseguró Barrancos. Y agregó: "Nada más insurgente que una mujer que se toma vacaciones atosigada por los mandatos domésticos".

Por último, hizo hincapié en "una preocupación del último cuarto de siglo como lo es el turismo embutido con odiosas circunstancias patriarcales favoreciendo la trata y la violencia sexual". "Las conductas sometedoras no pueden existir y en el ámbito de turismo es donde a veces se han prendido algunas luces muy rojas", señaló. E instó a "crear políticas de alta radicalidad" en este sentido.

Para dejar un mensaje "luminoso", tal como ella lo definió, explicó que "el turismo permite ver cómo se encuentra la calidad de vida de una sociedad". "El usufructo de este por parte de las mujeres y de las otredades permite mesurar mejor la calidad estándar de esta sociedad. Tengamos mucha confianza en el futuro, en la posibilidad recuperatoria con más igualdad y más derechos a la ciudadanía, para que el goce de este bien fundamental que es viajar, un derecho ganado, se haga mucho más amplio", finalizó.

"El turismo permite ver la calidad de vida de una sociedad"
en las provincias los espacios que se le están dando a las mujeres muchas veces son testimoniales "porque conviene mostrarlas", por eso destacó que ahora hay que dar el siguiente paso Tenemos que seguir rompiendo paradigmas que están aprendidos

Es importante que sepan, acotó, "que las realidades de las provincias son diferentes, muchas hoy son muy tradicionales por eso la articulación en red tiene que existir". Por eso, insistió en que las mujeres saben que están doblemente observadas y que es algo que les sucede a todas el hecho de tener que sufrir las presiones por estar en lugares de jerarquía. "Pueden ser muy molestas. Las mujeres podemos ser agredidas no por nuestra labor en la gestión si no por cuestiones personales o por el aspecto físico. Tenemos que seguir articulando para combatir el miedo", resaltó. 

Por su parte, Yanina Martínez cerró: "Tenemos que brindarle al turismo una perspectiva de género para que podamos promover los destinos socialmente sostenibles con igualdad de oportunidades".