La actividad aérea, cuya reanudación se preveía para el 1° de septiembre, se espera que retome en julio.

El regreso de la actividad turística está, semana a semana, más cerca de asemejarse a una realidad que a la utopía que parecía cuando las fronteras se cerraron y el aislamiento comenzaba a perfilarse como un nuevo estilo de vida en el país. Durante los últimos días, comenzó a tomar fuerza la idea de poner en marcha el turismo interno entre aquellas provincias en que las restricciones en torno al coronavirus empezaron a flexibilizarse.

En un principio, se determinó que la actividad aérea quedaría completamente suspendida hasta el 1° de septiembre. Sin embargo, el Ministerio de Transporte de la Nación se encuentra trabajando para que los vuelos de cabotaje comiencen a estar operativos a partir del mes de julio, dependiendo de cómo avance la pandemia en distintas zonas del país. Es por eso que estarán en constante comunicación con el Ministerio de Salud para seguir de cerca la evolución.

Por su parte, desde la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) trabajan junto a las concesionarias de los aeropuertos para poner a punto todas las medidas en pos de proteger a los pasajeros y trabajadores para una posible vuelta a la actividad aérea.

En ese sentido, Aerolíneas Argentinas elaboró un protocolo que espera la aprobación tanto de Transporte como de Salud, el cual establece, entre otras medidas, un distanciamiento considerable entre personas dentro de las aeronaves. El mismo es similar al que se aplica en los vuelos especiales destinados a repatriar argentinos que se encuentran varados en el mundo, con la diferencia de que se dejarían asientos vacíos para mayor seguridad.

Las ilusiones por reactivar el turismo interno, dependerán, entre otras cosas, de las intenciones de los gobernadores de recibir visitantes provenientes de otras provincias, dado que algunos de ellos no están seguros de someterse al riesgo de abrir sus fronteras.