La aerolínea emitió un comunicado en el que confirma la suspensión de su operación doméstica, regional e internacional desde y hacia Argentina durante julio y agosto.

Después de la drástica reducción de 1.400 empleados de su dotación, LATAM notificó a través de un comunicado que, durante los meses de julio y agosto, la operación doméstica, regional e internacional desde y hacia Argentina permanecerá suspendida por la restricción dispuesta por las autoridades aeronáuticas (resolución 143 y 144/2020).

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Estas normativas prohíben la comercialización de vuelos desde, hacia y dentro del país, además de ocasionar una fuerte caída en la demanda.

Al parecer, uno de los objetivos que la compañía aérea espera cumplir en junio es pasar del 5% al 9% en su capacidad total, mientras que en julio tiene en mente llegar al 18%. Es decir, la prioridad son las estadísticas, por encima de las situaciones puntuales de cada uno de los trabajadores de la compañía aérea.

En relación a las rutas internacionales, vale aclarar que solamente algunas se reanudarán. En el caso de los vuelos hacia el exterior de la región programados para junio, LATAM saldrá desde Santiago a Miami y San Pablo, centro de conexión que le permite a sus pasajeros acceder a tres destinos europeos como Frankfurt, Londres y Madrid.

A nivel doméstico, en Brasil volará 74 rutas, mientras que en Chile llegará a 12 destinos, retomando los viajes desde Santiago a La Serena, Copiapó, Temuco e Isla de Pascua. A su vez, en Ecuador están trabajando para reiniciar sus vuelos locales en junio, y en Perú y Colombia tienen previsto hacer lo mismo en julio, siempre y cuando lo permitan las autoridades.

En resumen, LATAM es "protagonista" en el marco de la crisis global que vive la industria aérea, con una caída de la demanda superior al 70% y una pérdida de efectivo de 61.000 millones de dólares, en un momento al que muchos especialistas lo definen como el peor de toda la historia, con una amenaza en la continuidad de 25 millones de empleos a nivel mundial (2,7 millones pertenecen a las compañías aéreas), sin dejar de lado el sustento de 65,5 millones de personas que dependen de la aviación y sectores relacionados como el turismo.