Claudia Grynszpan, funcionaria sanjuanina y presidenta del Consejo Federal de Turismo, habló con Mensajero y remarcó que el sector debe pensar "ya mismo en el día después".

¿Cuál es la principal preocupación que tienen hoy los funcionarios provinciales que integran el CFT? 

-Esta situación exige dividir la cabeza en dos. Por un lado, ocuparse de la situación actual, que excede absolutamente todo, ya que no le pega sólo al turismo. Acá se pone en tela de juicio la base de todas las necesidades humanas, que son la salud y la supervivencia económica. Es una gran preocupación que tenemos en el sector turístico porque seremos uno de los últimos en reactivarnos. Sin embargo, una vez que esto despegue tenemos que estar listos. No podemos esperar y ser lentos en la reacción. La gestión pública tiene tiempos mucho más lentos que la privada, por lo que los gestores de este ámbito tenemos el deber de pensar dividido. Por eso secundo las palabras del ministro Lammens cuando habla del "día después". Debemos tomar las medidas, pero pensar ya mismo en el día después, porque si reaccionamos tarde la agonía se va a prolongar. 

¿Qué rol ocupa el consejo en el manejo de esta gran crisis?

-El Consejo Federal de Turismo es una herramienta maravillosa. Quiero felicitar a los ministros, secretarios y presidentes de entes, junto a la secretaria Yanina Martínez, porque trabajamos de manera conjunta para pedirnos consejos y analizar cómo resolvían diversas cuestiones cada provincia. Creo que el CFT tiene que paliar, buscar los instrumentos y trasladarle al Gobierno nacional las situaciones que se viven en las provincias, que no siempre se condicen con lo que ocurre en Ciudad de Buenos Aires, el Conurbano o Córdoba. En el interior hay una diversidad muy grande.

¿Hay alguna proyección estimada de cuándo llegará ese famoso "día después"?

-Hoy el mundo está tratando de codificar cuándo ocurrirá eso. Así como ganamos tiempo mirando a Europa para resolver cuestiones a nivel sanitario, ahora también debemos observarlos porque ellos están frente a su gran temporada alta y saldrán muchas presiones de los grupos corporativos. Quienes van a marcar la reactivación serán los medios de transporte. Los aviones y micros le darán el pulso a esto. Yo estoy convencida de que esto se trata de salud y economía. A los países que priorizaron la economía se les enfermó la población, y con la gente enferma tampoco funcionan bien las empresas. Gracias a que somos un país ordenado en el cuidado de la salud, hoy podemos trabajar en la imagen de un destino seguro. En ese sentido, Argentina está en una posición interesante para salir a promocionarse en un futuro.

¿A partir de ahora habrá que explotar el producto naturaleza y descomprimir el turismo en los grandes centros urbanos?

-Estoy convencida de que primero se reactivará el turismo dentro de la propia provincia, con gente moviéndose en auto a lugares cercanos que ofrezcan naturaleza y distanciamiento social. Ese segundo paso se dará a otras provincias cercanas, y cuando se active el transporte aéreo podremos movernos regionalmente. Hay un tema que no debemos dejar de lado: seguramente nos basaremos en un ecoturismo o turismo sostenible en lugares abiertos, pero el turismo de reuniones también es una alternativa interesante. El MICE es un segmento que se mueve con menos cantidad de gente y con mayor dinero para gastar. Además, los aviones al 50% de ocupación serán caros para una familia de cuatro personas. Por eso, al turismo de reuniones debemos verlo como un nicho importante en este tiempo.

Cuando hablan de conseguir un turismo federal, ¿a qué se refieren? ¿Cómo se llega a eso?

-Tiene que ver con políticas que apunten a la realidad diversa del país, que no tenga sólo como eje a las grandes urbes. Este es un país muy extenso, con muchísimas realidades y circunstancias sociales. Los presidentes regionales elaboramos una nota conjunta para el ministro Lammens, tomando los elementos que nos unen. Uno de los más fuertes es que el turismo es un motor de desarrollo para municipios muy pequeños del interior, en donde casi el 80% de las personas que trabajan en la actividad son monotributistas. No podemos trabajar sólo mirando a las grandes inversiones. Los hoteleros y lo transportistas son muy importantes, pero también hay que tomar decisiones pensando en el señor que tiene cuatro cabañas, en el que tiene producto de bicicletas, en la gente que ofrece servicios turísticos en un lago o paradores. Hay que ver cómo fortalecer a ese sector, porque ellos conforman la calidad turística del país. Hoy más que nunca, cuando la demanda se va hacia una experiencia personalizada y más aún en tiempos de pandemia, debemos reforzar a las experiencias reales.

¿Hacia adónde apunta hoy la agenda de trabajo del CFT?

-Estamos viendo elementos paliativos, como los créditos del Consejo Federal de Inversiones, y buscando herramientas para las personas que no son sujetos de crédito. El Fondetur es un instrumento que puede venir muy bien. También debatimos sobre la planificación, ya que tuvimos que empezar de cero y ver cómo se replantea la oferta que teníamos de turismo masivo. Debemos dar herramientas para que los sectores de turismo activo puedan mejorar su calidad y responder a la demanda. Esos lugares tienen que tener internet, formas de pago, restaurantes que complementen la oferta. Hay que ver que no se sobrepase su capacidad de carga porque se pueden morir de éxito. La diversificación de productos es la estrategia que nos dará una expansión.

¿Cómo tomaron el relanzamiento del Plan 50 Destinos y qué proyectos planean proponer desde San Juan?

-Nos pidieron presentar proyectos de infraestructura rápidamente. Es algo bueno porque nos prepara para cuando esto termine. La obra turística puede ser un elemento de crecimiento muy importante para el interior. Podemos llegar a traccionar más turismo. Nosotros creemos que el turismo religioso de Difunta Correa y San Expedito es tremendamente convocante y tiene muchos emprendedores y gente de los pueblos que trabajan en este segmento. Esa es una de las alternativas. La otra es el Parque Quebrada de Zonda, que está a 20 minutos de la ciudad. Allí hay un patrimonio cultural y circuitos naturales de gran belleza, como el Dique de Punta Negra. Son los lugares de disfrute del sanjuanino que podemos compartir con el turismo.

Hace unos días le enviaron una carta con medidas sugeridas al Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación. ¿Cómo les fue con eso? ¿Hubo respuesta?

-Planteamos los elementos en común que teníamos todas las provincias. Surgió esto de los tres escalones, con un primer lugar para las empresas de más de 100 empleados, un espacio intermedio con operadores mayoristas y hotelería de 1 a 3 estrellas, y luego vienen los monotributistas y emprendedores. Analizamos adónde estaban más débiles las propuestas de apoyo de las provincias y de Nación y vimos que nos quedaba atender a los monotributistas. En la reunión, Lammens respondió con el anuncio del crédito de 32 millones de dólares del BID, más otros 8 que pondrá el Gobierno nacional, destinado a programas de asistencia para ese sector. El desafío será la rapidez de su implementación. Si se instrumenta bien no sólo servirá para paliar ahora, sino que ayudará a mejorar la calidad de la propuesta a futuro. Con esto no queda todo cubierto. Las provincias tenemos que seguir viendo cómo responder a lo cotidiano. En San Juan estuvimos reunidos con la asociación que nuclea a los guías, ya que ellos dejaron de facturar. Es algo que nos preocupa y tenemos que estar para darles una mano.

¿Están trabajando el tema aerocomercial?

-Fue una de las cuestiones que se planteó en la videoconferencia y quedó pautado para una segunda charla. Todas las provincias tenemos claro que Aerolíneas Argentinas tiene que funcionar bien y quedó en evidencia la importancia de tener una línea aérea de bandera. También sabemos que, por su estructura, no va a poder cubrir todas las necesidades. Primero porque las aeronaves tienen una capacidad con la que no pueden ir a ciertas rutas. Además, hay tramos que son complicados que sean cubiertos sólo por AR. Necesitamos un plan aerocomercial para mantener las troncales. Ahí las compañías con estructura pueden ser las que lideren el mercado, pero también necesitamos que otros modelos de negocio peinen desde provincias hacia las troncales para nutrirlas. Así podemos tener un país conectado. Precisamos que las low cost no sólo entren a las rutas rentables, que fue lo que pasó en años anteriores. No necesitamos tener 20 conexiones en cada provincia. San Juan tiene 10.500 plazas hoteleras. Por eso, no buscamos tener 50 conexiones. Queremos sólo las suficientes. Ahí está la cuestión. Se trata de una estrategia aerocomercial ordenada que nos beneficie a todos. Queremos algunas líneas aéreas a las que les interesen nichos de mercado para que estemos todos conectados.

¿Cómo es el trabajo en San Juan pensando en la recuperación? 

-Estamos pensando cómo paquetizar la oferta de San Juan. Vamos a ver de qué manera apoyamos para que el cliente no tome solamente un hotel o cabaña, sino que convenga adquirir un paquete de tres días con guía y media pensión en un restaurante. Además, queremos que se venda a través de las agencias de viajes. Probablemente apoyemos eso con un aporte económico para que el precio sea competitivo.

¿Está mejorando la participación de la mujer en los puestos directivos del turismo?

-Estamos ocupando cada vez más lugares. De hecho, Yanina Martínez es la secretaria de Promoción Turística y es fundamental para la provincias. También se ven cada vez más mujeres en los cargos empresarios. Puede que hoy se haya visibilizado. Estamos mucho mejor que antes, aunque no está todo bien. En los gremios todavía se pueden ocupar espacios en lugares que fueron históricamente de los hombres. Esto tiene que ver con el trabajo de miles de mujeres que en la historia hicieron mucho de forma silenciosa y que fueron invisibilizadas hasta hoy. Hago un llamado para que seamos más sororas que nunca. Debemos apoyarnos y tener claro que nos costó llegar hasta acá. Estos lugares de poder se ganan y lo tuvimos que demostrar, nunca nos los regalaron. Los hombres deben ser nuestros grandes aliados y quienes nos acompañen.