Pablo Torres García, presidente de la CAEM, le contó a Mensajero de qué manera se preparan para esta temporada de invierno.

Hace pocas semanas, este 2020 comenzó a presentar sus primeros días de frío. Y si bien faltan algunos meses para el invierno, los amantes de los deportes de nieve ya comienzan a palpitar lo que, en situaciones regulares y ante la ausencia de una pandemia que impida el normal desarrollo de todo tipo de actividades, significa la apertura de la temporada invernal en los centros de esquí del país.

A priori, la cuarentena y la consecuente suspensión del movimiento turístico parecían señalar que las tablas de snowboard, las botas y los guantes iban a quedar guardados hasta, por lo menos, el año que viene. Sin embargo, desde la Cámara Argentina de Esquí y Montaña (CAEM) se dejó entrever que las intenciones son totalmente opuestas.

“Nos estamos preparando para tener una temporada. Hoy la invitación y lo que hemos convenido entre todas las compañías es alistarnos para salir a jugar el partido. El punto es: ¿qué partido?”. Así abrió Pablo Torres García, presidente de la CAEM, la charla con Mensajero, en la que explicó que la idea del grupo es cumplir a rajatabla con los lineamientos de un protocolo sanitario propuesto por el Ministerio de Turismo y Deportes. “La mayor seguridad que tenemos es entender que lo más importante es la salud. Nosotros vamos a seguir todas las directivas que emanan del gobierno y la autoridad de aplicación”, aclaró.

Los centros de esquí planean su apertura

Según explicó el titular de la organización, dicho protocolo debe establecer determinados factores: quién toma la temperatura al pasajero, cuánta gente puede entrar al lugar y cómo se resuelve el esquema de colas en las ventanillas, por ejemplo. “Cada procedimiento tiene su particularidad en cada centro de esquí y estamos en el proceso de ese armado”, aclaró.

Con respecto a la postura de los complejos ante esta decisión, Torres García señaló que el empeño está puesto en ser proactivos y entender que hay mucha gente bajo su responsabilidad: “Nuestro mayor desafio es mantener todos los puestos de trabajo y es para lo que estamos trabajando”.

Finalmente, el empresario puso en duda la llegada de turistas extranjeros, debido al cierre de las fronteras y a la complicada situación que atraviesa Brasil, uno de los principales emisores de viajeros en este segmento. “Creemos que si hubiera una apertura, sería absolutamente nacional”, concluyó.