En una entrevista con Mensajero, Ezequiel Barberis, presidente de AAVYTUBA, mostró su preocupación por el presente que atraviesa el sector en distintas áreas.

¿Qué situación están viviendo las agencias de viajes de Bariloche?
La realidad nuestra es la de todo el mundo. La actividad turística está completamente frenada. Nuestra ciudad trabaja mucho con el trabajo receptivo y eso obviamente está detenido, al igual que el emisivo. Nadie está vendiendo. Las agencias locales son pequeñas, de dos o tres empleados. Generalmente son el dueño y dos trabajadores más. Es un perfil muy artesanal, y con la situación del país, no solamente de hoy, sino desde hace varios meses, tampoco hay mucho para sostenerse en el tiempo. Lo llamativo es que no hay un horizonte, no está claro el tiempo que va a demandar todo esto. 

¿A qué te referís?
Al tiempo. No sabemos cuánto va a durar el coronavirus, si tres meses como dicen los más optimistas, o diez como máximo, tal como afirman los más pesimistas. Para las empresas de Bariloche es muy difícil sostenerse durante tantas semanas. Por lo que estuve viendo, hay firmas que ni siquiera pueden pasar dos o tres meses más sin facturar. Son estructuras chicas y costos altos, porque nuestra localidad es una ciudad cara para alquilar. A caja cero es imposible de mantener.

¿Y cómo creés que se puede solucionar todo esto?
El Estado, tanto a nivel nacional como provincial, hizo anuncios, pero no hay nada confirmado. Al momento de acceder a una ayuda hay muchas trabas. El panorama es bastante oscuro. Al hablar con las agencias noto que la voluntad está, porque me dicen que están dispuestos a pelearla, aunque también son sensatos y no saben cuánto tiempo más podrán aguantar así. 

¿Cuáles son las herramientas que les podrían servir?
Necesitamos ayuda financiera y económica. Toda la negociación que venía llevando adelante FAEVYT ya pasó a un segundo plano por el coronavirus. No se debería hablar de créditos con tasa de interés, tendría que ser de tasa cero, con seis o siete meses para poder empezar a pagar. Además estamos hablando de créditos para sostener estructuras. No se busca destruir la fuente laboral. 

Cuando vos planteás y escalás este tema, y hablás con distintos referentes de cada sector, ¿qué te dicen?
El sector tiene predisposición de recibirnos, y me refiero a las agencias de viajes, hoteles y demás, es decir, todos los que integramos la Cámara Argentina de Turismo. Son muchos anuncios pero pocas resoluciones que llegan en concreto. Recién ayer en algunos bancos se empezaron a activar líneas de crédito al 24% que se habían anunciado para poder pagar sueldos. Muchos la estamos aplicando. De todas maneras creo que no es la mejor ayuda que nos pueden dar. Es el momento para que el Gobierno le exija a los bancos y los presione para que aflojen un poco.

¿Cuáles son las medidas puntuales que para vos se deberían tomar?
Además de las que te mencioné anteriormente, habría que dejar sin efecto el impuesto PAIS para que se pueda empezar a vender. Otra acción positiva sería la eliminación del IVA para el turista nacional. El argentino debería poder viajar por su país sin que se le cobre este impuesto, y podría ser una ayuda. Creo que el país inevitablemente quedará destrozado económicamente, pero se deberían implementar programas de asistencia financiera para gremios y sindicatos de viajes.

Se está hablando que la cuarentena podría extenderse hasta el 24 de abril. ¿Creés que es una medida acertada? ¿Hay que enfocarse solamente en la salud? 
Yo creo que la decisión de cuidar la salud está bien, porque también soy consciente que no somos un país con grandes recursos sanitarios. Creo que tanta protección se debe a la capacidad de reacción que hay que tomar para que el coronavirus no se dispare. De todas formas, creo todo esto tiene que ir acompañado por un plan económico contemplando la asistencia económica y financiera para las empresas, así pueden perdurar en el tiempo.

¿En qué creés que va a cambiar el turismo de Bariloche?
Probablemente la gente empiece a tomar otras medidas al momento de viajar. Creo que van a contemplar más temas como salud y seguridad. Los destinos, las agencias y los prestadores deberán readaptarse. Ya estamos trabajando en un plan de capacidad de vehículos, es decir, si antes ingresaban 15 turistas, ahora serán 8. Tiene que haber más lugar, más espacio. Me parece que las actividades al aire libre también serán para tener en cuenta, y nosotros tenemos ventajas, porque hay posibilidades de desarrollar nuevos productos.