Además, hasta fines de mayo, la aerolínea brasileña dejará la mayor parte de su flota en tierra, a la espera de una mejoría en el sector.

Mientras el avance del coronavirus continúa a paso firme sin dar respiro a la industria turística, algunas empresas se ven en la obligación de poner el freno de mano en sus planificaciones a largo plazo. Es el caso de la aerolínea gol, que anunció, por medio de un comunicado, la suspensión de sus previsiones para este y el próximo año, además de resolver la baja operativa de gran parte de sus aviones.

Es que la incertidumbre respecto del futuro que deparará el COVID-19 determina día a día que el sector turístico deba ponerse en pausa hasta que pase la crisis y se normalice la situación. "Mientras tanto, Gol continuará esforzándose en ahorrar costes: proteger empleos, trabajar con las autoridades brasileñas y prepararse para la vuelta a una operativa normal a su debido tiempo", explica el enunciado.

De esta manera, la compañía reducirá su oferta a 50 vuelos diarios desde el aeropuerto de San Pablo hacia los 26 estados brasileños, además de Brasilia. "Gol conintúa trabajando con el gobierno nacional para mantener el mínimo de vuelos por motivos de emergencia".

La compañía aérea había dispuesto, en el último tiempo, reducir en un 40% el sueldo de 30 de sus ejecutivos y en un 50% en el pago de varias compensaciones a los trabajadores, con el fin de amortizar el impacto económico.