El Gobierno nacional publicó ayer un DNU para impedir que las empresas echen o suspendan a su personal durante 60 días.

Ayer por la noche, el Gobierno nacional publicó un suplemento a su edición del 31 de marzo en el que dio a conocer cuatro Decretos de Necesidad y Urgencia. En uno de ellos se estableció la prohibición de despedir personal "sin justa causa y por las causales de falta o disminución de trabajo y fuerza mayor" por el plazo de dos meses contados a partir de la fecha de publicación de la norma. Es decir, las empresas argentinas no podrán reducir su plantilla de empleados hasta fines de mayo, mientras siguen aguardando por medidas que ayuden a pagar los salarios de marzo y abril en medio de una dramática caída de la actividad y nula facturación.

A su vez, el artículo 2° del decreto 329/2020 agrega la imposibilidad de suspender trabajadores por causales de fuerza mayor o falta o disminución de trabajo también por el lapso de 60 días. En el apartado 4°, por su parte, el Gobierno dio un paso más y aclaró que cualquier despido o suspensión que se disponga en violación de lo expuesto anteriormente quedará sin efecto, "manteniéndose vigentes las relaciones laborales existentes y sus condiciones actuales".

"Esta crisis excepcional conlleva la necesidad de adoptar medidas de idéntica índole, asegurando a los trabajadores y a las trabajadoras que esta situación de emergencia no les hará perder sus puestos de trabajo, ya que el desempleo conlleva a la marginalidad de la población", indica el documento firmado por el presidente Alberto Fernández y todos los ministros que integran el gabinete nacional.

La noticia no fue bien recibida por los privados del turismo, quienes empiezan a perder la paciencia por la falta de respuesta del Gobierno ante los reiterados pedidos de auxilio para afrontar los pagos de haberes y las obligaciones impositivas. «Sin la concesión de ayuda y financiamiento a tasa 0 para sueldos y costos fijos es imposible. No sólo se cortó la producción, sino también las cadenas de pago y cobros. Nuestra actividad es cíclica y estacional. Si no nos proveen oxígeno es inviable«, le dijo a Mensajero un empresario del sector de las agencias de viajes. En ese marco, añadió que «si de verdad la prioridad es el recurso humano, hay que hacer una reconversión». Lo que postulan muchos privados de la actividad es la necesidad de prorrogar vencimientos de impuestos por seis meses para reconstruir el circuito productivo. «Nosotros no podemos stockear y no contamos con reservas. Sólo tenemos obligaciones y el reloj prendido. Debemos apagar ese reloj por 180 días e implementar inmediatamente créditos al 0%. Necesitamos barajar y dar de nuevo», sentenció una fuente consultada.