En medio de la cuarentena, Oscar Juárez, director de Principios, habló con Mensajero sobre el impacto del COVID-19 en el sector y destacó el rol de AR.

¿De qué manera se ve afectada Principios respecto al coronavirus?
Creo que todos estamos más o menos en la misma situación. En el caso de Principios, al vender paquetes a Brasil, estamos trabajando mucho desde el miércoles pasado para poder repatriar la mayor cantidad de argentinos. Eso fue lo más complicado, porque los vuelos eran cancelados y los pasajeros quedaban varados. Junto con las compañías aéreas fuimos tratando de reacomodarlos, y gracias a Dios trajimos a todos. Obviamente hay aerolíneas que tuvieron más empatía y colaboraron más, y hay otras que prefiero no nombrar que directamente no. Por suerte, al tener contactos en Brasil, pudimos presionar desde allá para resolver todos los inconvenientes que se iban presentando. Eso nos jugó a favor. 

Si tenés que destacar a una compañía aérea por encima del resto, ¿a cuál elegís?
A Aerolíneas Argentinas, sin dudas. Se comportó de una manera ejemplar con nosotros. La predisposición y la amplia gama de opciones para endosar junto con la colaboración para encontrar lugares me generó mucha satisfacción. 

¿Cómo manejan el tema de las reprogramaciones?
En nuestro caso tenemos muy poca cancelación, y se está rearmando todo para el segundo semestre. Eso es positivo, por supuesto. Pensar en una cascada de reintegros de un momento para otro genera un problema financiero real. No tenemos un gran volumen de devoluciones. Hay una gran voluntad para reprogramar, y se está pactando todo desde septiembre en adelante. Resta saber qué sucederá con los pasajes que se emitieron en 2019, porque en algunos casos vencerían en julio de este año a más tardar. Estamos negociando a ver si se pueden extender seis meses más.

¿El impuesto PAIS también repercutió en tu empresa?
En nuestro caso no, porque es muy específico. Es más, me parece que en la compañía ya era un tema incorporado. La cantidad de reservas había aumentado en relación a 2019, sin embargo, después llegó el coronavirus y fue el golpe de gracia.

Dejando de lado tu función como director de Principios, si nos enfocamos en tu rol de ciudadano. ¿Qué sentís al ver que todavía hay mucha gente que todavía no entiende que hay que quedarse en casa para respetar la cuarentena?
La verdad es que no se entiende. Hay mucha ignorancia. La gente es siniestra y no es consciente que no se trata de uno mismo. Cualquiera de nosotros sale a la calle, contrae el virus, volvemos a nuestras casas y en realidad por ahí no nos pasa nada, pero corremos el riesgo de contagiar a un ser querido que tiene las defensas más bajas por la edad o por algún problema de salud puntual. Por estas actitudes irresponsables después terminan muriendo nuestros propios familiares. No es fácil estar encerrado entre cuatro paredes, pero acá se trata de salvar la vida de todos nosotros. Creo que es una de las grandes oportunidades que tiene la Argentina para dejar de lado cualquier tipo de grieta. El Estado se comportó con una gran responsabilidad y es un ejemplo en Latinoamérica. Hay que seguir por este camino. 

¿Cómo se soluciona esto?
Creo que hay que tomar medidas duras, no hay otra alternativa. Y las multas deben ser ejemplares. El argentino con lo único que responde es con el bolsillo, porque es lo que más le duele. Hay muchos jóvenes que no entienden, y otros que creen que son "superpoderosos" y no les importa absolutamente nada. 

¿Tuviste que hacer la cuarentena por algún viaje?
Sí, llegué de Lisboa el 14 de marzo, y estoy en mi casa desde esa fecha. Estoy aislado en mi propio hogar, tomando todos los recaudos necesarios. Soy bastante cuidadoso con este tema. 

¿Qué reflexión final hacés respecto a los argentinos que quedaron varados?
Espero que aprendan la lección. Aún hoy hay pasajeros en Florianópolis, San Pablo, Río de Janeiro, Porto Seguro y en todos los aeropuertos. Todos los pax que compraron online están varados. Espero que los argentinos tomen conciencia de la función del agente de viajes y que respeten nuestro trabajo.