El dólar turista comenzó a mostrar las primeras consecuencias, son menos los viajeros locales que cruzaron la Cordillera.

La crisis social que vivió Chile durante el último año derivó en que el país trasandino debiera replantearse sus estrategias de promoción para atraer al público argentino. Sin embargo, las medidas económicas del gobierno nacional modificaron los planes para estas vacaciones: mendocinos y sanjuaninos, que veían con buenos ojos cruzar la "medianera" para llegar al país vecino, optaron este verano por destinos como la Costa Atlántica, Córdoba y la Patagonia.

El temor a quedar rehenes de un piquete, las protestas, la represión policial provocó que muchos cuyanos que elegían las cercanas playas de Valparaíso o la Serena cambiaran sus destinos y optaran por vacacionar dentro del país.

Según datos de Gendarmería nacional en la frontera que une Mendoza con Santiago de Chile, hubo un 35% menos de viajeros argentino menos que en fin de año de 2018, es decir, unas 14.500 personas.

Argentina es el principal emisor para el turismo chileno, con una amplia diferencia por encima de Bolivia, Brasil, Perú y Estados Unidos, según el promedio de arribos en los últimos cinco años.