Con el país funcionando a media máquina desde hace 13 días, la economía de Chile y los mercados se ven afectados por la profunda crisis social que llevó a Sebastián Piñera, presidente de Chile, a suspender la organización de las cumbres APEC y de cambio climático de la ONU, y con ello, el sector turístico sufrió la cancelación de muchos vuelos y paquetes turísticos a Santiago.

“Estamos hablando de unas 32.000 personas en total que no asistirán y que implicarían altos ingresos para el país”, señaló la vicepresidenta de Fedetur, Helen Kouyoumdjian. La APEC estaba programada para el 16 y 17 de noviembre, mientras que la COP se realizaría entre el 3 y el 13 de diciembre. Solo a esta última estaba previsto que asistieran unas 25.000 personas.

La inversión oficial y privada para esa reunión ambiental rondaba los 100 millones de dólares. Dichas perdidas “se suman a los daños que enfrenta el sector debido a la violencia que se registra en el país, donde varios recintos turísticos, entre ellos, hoteles, restaurantes y casinos de juegos han sido saqueados, junto al deterioro de la imagen internacional”, agrega el comunicado difundido por Fedetur.

Las protestas en Chile comenzaron el 17 de octubre por la cuarta subida del pasaje de metro en pocos meses pero crecieron rápidamente para denunciar la desigualdad social. Ante esta situación, Piñera presentó una agenda social y ha remodelado el Gobierno para dar respuesta a las preocupaciones de los chilenos. Sin embargo, las manifestaciones continúan. En estas casi dos semanas, al menos 19 personas murieron, más de mil quedaron heridas y más de 3.000 fueron detenidas.