Gustavo Santos afirmó que hay “serios problemas” de conectividad, y pidió una acción conjunta entre Gobiernos y empresas en torno a la situación que atraviesan distintos países de América Latina y de la región con el resto del mundo.

"Nosotros promocionamos los destinos y las aerolíneas hacen lo propio sus vuelos, pero pocas veces se hace en conjunto", afirmó el secretario de Turismo de la Nación al finalizar el encuentro que se llevó a cabo en Brasilia, sede del Foro de Líderes de la Asociación de Transporte Aéreo de América Latina y el Caribe (ALTA), que contó con la participación de los más altos funcionarios de turismo de Argentina, Brasil, Chile y Perú. Incluso, admitieron que además de las debilidades propias del sector, hay poco empeño para lograr mejores conexiones aéreas.

En ese sentido, el ministro de Comercio Exterior y Turismo de Perú, Edgar Vásquez, sostuvo que también son necesarias "más acciones en común de los propios Estados para vender junto con las aerolíneas y las operadoras de turismo la marca América Latina". De hecho, Vásquez justificó esa propuesta en la importancia que cobró en el mundo el mercado asiático, ahora como mayor emisor de turistas del mundo.

"Debemos unirnos, sobre todo de cara a Asia, y facilitar que un turista chino que viaja a México, pase luego por Bogotá, por Lima y Buenos Aires, visitando diversos países, como hace en Europa, pese a que nuestras distancias sean mucho más grandes", agregó.

Esos factores, según coincidieron representantes de varias aerolíneas, encarecen las operaciones en América Latina, tienen impacto directo en los precios de los billetes aéreos y hacen que, en muchos casos, para un latinoamericano sea mucho más barato viajar a Estados Unidos o Europa que hacerlo en su propia región.

La directora del Servicio Nacional de Turismo de Chile, Andrea Wolleter, dijo que además "se debe también facilitar la llegada directa del turista a su destino, que muchas veces no es la capital de un país". Explicó que, con ese fin, Chile invirtió en la modernización de sus aeropuertos regionales, de los cuales 16 reciben vuelos internacionales, con lo que los turistas no son obligados a escalas en Santiago.

En esa misma línea pretende apostar Brasil, según explicó el ministro de Turismo, Marcelo Álvaro Antonio, quien destacó en el foro los planes del Gobierno que apuntan a una mayor participación de las empresas privadas en la gestión aeroportuaria.