La low cost habia solicitado una prórroga de dos años para devolver una cifra total de 350 millones de euros. En un principio, debía saldarlo en diciembre de este año y agosto del siguiente, pero, a partir de la moratoria, el nuevo plazo sería noviembre de 2021 y febrero de 2022. De esta forma, la empresa entrarìa en "default selectivo".

Norwegian había ofrecido, a modo de garantía para los acreedores, sus slots (derechos de despegue y aterrizaje) en el aeropuerto de Londres. La resolución dependerá de lo que se determine en la reunión del 16 de septiembre.

En caso de que la prórroga sea aceptada, la situación de Norwegian igualmente será muy complicada: la línea aérea perdió 155 millones de euros en el primer trimestre de 2019. Esto se debe, parcialmente, a la crisis de los B737 MAX, en tierra desde principios del pasado marzo.

Norwegian podría, entonces, encontrarse en uno de tres escenarios posibles: la venta de algunas de sus filiales menos rentables manteniendo las rutas interiores en Escandinavia y las conexiones entre ese mercado y España; que su rival IAG se haga definitivamente con ella; o la quiebra.