La economía alemana se acerca cada vez más hacia la recesión a causa de la guerra comercial, la débil demanda mundial y los riesgos que conlleva el Brexit, poniendo en alerta al turismo español. Todo ello está provocando una caída brusca de la producción industrial, que en un año ha bajado un 5,2%, su mayor caída desde 2009.

En el segundo trimestre del año la producción cayó en un 1,8 por ciento. El Ministerrio de Economía sentenció que "la industria todavía está en recesión”. Para los economistas del ING Bank, las cifras son “noticias devastadoras”. Los números son “asombrosos, sin un lado positivo en el horizonte”, escriben los analistas. Esto significa que actualmente hay pocas esperanzas de mejora: “Deberíamos prepararnos para una recesión en Alemania”, publica Manager Magazin.

Hasta ahora, la economía en Alemania se ha mantenido en marcha por el auge de la construcción y el entusiasmo de los consumidores por el consumo. Recientemente, sin embargo, el consumo se ha moderado porque los ciudadanos alemanes son cada vez más cautos a la hora de gastar dinero. Una situación que preocupa en el sector turístico español, que depende en gran medida del mercado alemán. Solo en 2018 visitaron España 11,4 millones de alemanes, el segundo mercado emisor tras Reino Unido.

En vista de la continua debilidad de la industria alemana, los economistas estiman que el producto interno bruto en el segundo trimestre no ha crecido o posiblemente incluso se ha reducido en comparación con el comienzo del año. La Oficina Federal de Estadística publicará una primera estimación este miércoles 14 de agosto.