Ninguna compañía le hizo encargos ni del 737 Max ni de otros aviones como el 787 Dreamliner o el 777, según la CNN. Pese a que la crisis comenzó a mediados de marzo, la compañía ya había cerrado el primer trimestre con una caída de los pedidos a la mitad con respecto al arranque de 2018.

Desde el accidente de Ethiopian Airlines, ni un solo cliente se le ha acercado para comprarle un 737 Max (Ethiopian Airlines se resiste a usar más sus Boeing 737 Max). Además, las entregas de estos aparatos se encuentran suspendidas a la espera de que el grupo sea capaz de garantizar su seguridad, lo que afecta a aerolíneas como Air Europa, que tiene encargadas 20 unidades, o Ryanair, que espera recibir más de 130 (El precio del crudo y el 737 Max acorralan a las aerolíneas).

Los cálculos de Reuters muestran además que, en lo que va de año y debido a las cancelaciones, los pedidos netos de Boeing han descendido. Si a finales de marzo sumaban 91, la cifra en abril ha caído a 87 debido a la retirada de cuatro aviones 737 de la unidad de leasing de la compañía, Boeing Capital.

Este recorte resulta dramático para una compañía que suele recibir al año entre 700 y 800 pedidos, y que tiene en el 737 Max su avión estrella, según el citado diario. Los analistas calculan que una tercera parte de los ingresos proceden de este modelo y JPMorgan pronostica que la crisis de seguridad le costará a la empresa cerca de 1.000 millones de dólares al mes.

Boeing, además, deberá hacer frente a las reclamaciones multimillonarias de las aerolíneas que han tenido que dejar en tierra los 737 Max con un gran impacto en su cuenta de resultados y en su operativa (Norwegian: Kjos se reúne con Boeing para cobrar la factura de los 737 Max) (Tui calcula que la crisis de los 737 Max le costará 200 millones de euros). Una crisis reputacional y económica que ha forzado a Boeing a renunciar a hacer públicas sus previsiones para 2019 (Southwest recorta su previsión de ingresos por la crisis de los 737 Max) .