Ante el levantamiento de la suspensión del Título III de la Ley Helms Burton por parte de la Administración de Estados Unidos (*), Meliá Hotels International recuerda su voluntad de seguir trabajando por el desarrollo de la industria turística más sostenible en Cuba, y en tal sentido quiere declarar que:

1.  Meliá opera legítimamente en Cuba y en otros 44 países, habiendo realizado una  gestión impecable, profesional y responsable desde hace 30 años en el país, un destino excepcional que debe seguir abierto al turismo internacional.

2.  Aunque lamentamos la incertidumbre e inseguridad jurídica creadas por el anuncio de levantamiento de la suspensión, Meliá continúa operando con plena normalidad en Cuba, no representando el anuncio realizado en el día de hoy ninguna alteración sustancial de nuestra actividad.

3.  Confirmamos la no-propiedad de Meliá de bienes o participaciones de bienes que pudieran ser objeto de potencial reclamación tras su expropiación en la década de 1960, y afirmamos que, de dirigirse alguna reclamación contra algún hotel, nuestro papel sería el de meros gestores hoteleros, con un rol equivalente al del resto de actores de la cadena de valor del negocio turístico: agentes de viajes, tour operadores, líneas aéreas, etc. vinculados a la explotación turística en Cuba.

 4.  Agradecemos el firme apoyo y la reacción promovida por el Gobierno de España y la Comisión Europea a las empresas extranjeras afectadas por una ley que se considera extraterritorial, y que nos pondría en el objetivo por el simple hecho de ser un actor económico dedicado al turismo, industria que, tal y como compartió el expresidente Obama en la reciente Cumbre Mundial del Turismo en Sevilla, siempre hemos concebido como “una herramienta para construir un mundo mejor”.

(*) El Gobierno de Estados Unidos evalúa acabar con algunas de las doce categorías que permiten a los estadounidenses viajar a Cuba, lo que podría afectar a las aerolíneas y cruceros que aceleraron su actividad tras el deshielo iniciado en 2014.

La "número dos" del Departamento de Estado para Latinoamérica, Carrie Filipetti, explicó que actualmente se está reconsiderando si debe autorizarse cualquier viaje que no sea por motivos familiares, porque quiere evitarse que el dinero de los viajeros "vaya a parar a las manos del régimen cubano".

La vice secretaria adjunta del Departamento de Estado para el Hemisferio Occidental, Carrie Filipetti, aseguró que la reciente decisión de EE.UU. con respecto a Cuba, es para que este país deje de apoyar al gobierno en disputa de Nicolás Maduro, en Venezuela.

"Estamos ahora iniciando una investigación para determinar hasta qué punto algunas categorías de esos viajes permitidos están sirviendo para enviar dinero a elementos dentro del régimen", manifestó Filipetti, que no concretó cuándo se decidirá qué categorías permanecen y cuáles se eliminan.Los estadounidenses tienen prohibido hacer turismo en Cuba, pero pueden viajar si cumplen con algunas de las doce categorías existentes: visitas gubernamentales, actividades de medios de comunicación o centros de investigación, proyectos educativos, religiosos y médicos, entre otros.

El acercamiento impulsado en 2014 por el entonces presidente de EE.UU., Barack Obama, y Raúl Castro, permitió flexibilizar ese tipo de excepciones.

En concreto, Obama permitió que los estadounidenses se "auto certificaran" sin muchas explicaciones como participantes en una de las doce categorías permitidas, lo que ha facilitado el negocio a las aerolíneas y cruceros que comenzaron a hacer trayectos comerciales a la isla.

En un discurso este miércoles en Miami, el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, insinuó que ese tipo de visitas son un "turismo velado" y, por eso, anunció restricciones para los viajes que no sean por motivos familiares.