“El turismo puede ser uno de los principales impulsores de la igualdad de género, al ofrecer una gran variedad de puestos de trabajo para las mujeres, sobre todo en regiones en desarrollo y en zonas rurales donde aún se enfrentan a graves dificultades para ingresar el mundo laboral. De hecho, hay muchos destinos en todo el mundo que dependen del compromiso y la motivación de las mujeres que trabajan en todos los niveles de la cadena de suministro del turismo. Sin embargo, la realidad es que todavía hoy siguen sufriendo discriminación y cargan con estereotipos como trabajadoras del turismo”, resaltaba Zurab Pololikashvili,  Secretario General de la Organización Mundial del Turismo (OMT), en la carta que envió por el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo pasado. 

A su vez, el funcionario sostuvo que la actividad turística puede promover el empoderamiento de las mujeres a través del empleo formal, lo que también influye en las comunidades y las familias, y contribuye a la obtención  de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en especial del Objetivo 5, -Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas-, y de otros ODS relacionados con la inclusión y la igualdad de derechos para todos, tales como objetivos 1 -Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo-; 8 -Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos; 10 -Reducir la desigualdad en y entre lo países;  y 11 Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles-.

Según la ONU, mejorar la participación de la mujer en el área laborar turística podría ayudar a que las empresas del sector se vuelvan más exitosas a través del “dividendo de género”, y las relaciones entre la industria del turismo y las comunidades locales mejoren, la inclusión equitativa entre hombres y mujeres contribuirá a la sostenibilidad económica y social del sector. Por eso es deber de todas las empresas del sector turístico tener en sus agendas la diversidad en el área de trabajo.

Presencia mundial

Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), alrededor del 49% del total de empleos del sector turístico están ocupados por mujeres, aunque las diferencias por países son significativas (con niveles que oscilan entre el 2% y el 80%).

Por otro lado, también se revela que el  porcentaje de mujeres empresarias es casi el doble en el sector turístico que en la media de otros sectores económicos (el 36%, frente al 22%); por otro lado, el poder de decisión a nivel institucional en este ámbito está evolucionando de forma positiva ya que aproximadamente uno de cada cinco ministerios de turismo del mundo está ocupado por una mujer, lo que no sucede en ninguno de los otros ámbitos de la administración gubernamental. De todas formas, en el sector privado, a nivel de asociaciones, instituciones y consejos, la presencia femenina en puestos de representación y decisión es sólo una cuarta parte que la masculina.

Por su parte, la OMT indica que los mejores resultados de los estudios sobre participación de la mujer en el turismo se dan en El Caribe (en torno al 60%), seguido por Latinoamérica, mientras que los peores resultados se encuentran en los estados árabes de Asia y el Norte de África.

Números negativos

Pero lamentablemente en la industria turística, como en casi todos los ámbitos de la vida, la discriminación está presente. El 67% de las mujeres que trabaja en el sector turístico afirma haber sufrido discriminación laboral en algún momento de su trayectoria profesional, sobre todo en los mandos intermedios (74%) y en los perfiles ejecutivos (70%), según el primer Informe sobre desigualdad laboral en el sector turístico realizado por el portal de empleo y formación de turismo y hostelería, Turijobs, que evalúa la discriminación laboral por razón de género en la industria. Tanto hombres como mujeres son conscientes de la existencia de desigualdad laboral entre géneros en el turismo, según el estudio, que ha encuestado a 898 profesionales que desarrollan su trabajo en este campo. Así lo cree el 90% de las mujeres y el 74% de los hombres, aunque el 64% de ellos no lo ha padecido. El análisis concluye también que el 84% de las mujeres y el 68% de los hombres creen que ambos géneros no reciben las mismas oportunidades profesionales.

El sector más afectado por discriminación es el relacionado con la cocina, con un 84% de profesionales que sufren o creen que hay discriminación, seguido por marketing y relaciones públicas (76%) y agencias de viajes (74%); mientras que el menos afectado es pisos y limpieza, con un 51%. Por otro lado, el informe destaca que la mayor aspiración laboral para ambos sexos son, por este orden, mejores condiciones laborales, mejor sueldo y la creación de su propio negocio. En cuanto a los obstáculos que encuentran ambos para ascender en sus profesiones destacan la falta de oportunidades, la conciliación con la vida personal y su trayectoria profesional y formativa.

Pero además, según una investigación realizada por la Swinburne University, las mujeres ganan un 8,5% menos que los hombres en turismo y un 7,5% menos en hotelería.

El desafío local

El 23 de octubre se llevó a cabo el II Foro FEHGRA – OIT sobre Inclusión, Desarrollo y el Futuro del Trabajo en la Industria de la Hospitalidad. Allí hubo dos paneles dedicados a la inclusión de la mujer en el campo empresarial y de hospitalidad. 

En el primer panel, llamado “El Liderazgo de las Mujeres en el Mundo Empresarial”, se hizo hincapié en que el hecho de la participación de las mujeres no es solamente un deber moral, sino también un buen negocio, ya que a mayor diversidad en una empresa, mayores los retornos económicos. En este mismo panel, se consensuó en que las brechas en la participación de las mujeres en posiciones de liderazgo están relacionadas con las cargas del trabajo no remunerado (en el cuidado de los hijos y adultos mayores, y tareas domésticas). En este sentido, se recomendó la formulación de políticas de licencias familiares no transferibles, para mujeres y varones. 

Allí también se  identificó una falta de datos en cuanto al liderazgo de las mujeres en el sector de la hospitalidad, para lo cual se recomendó la creación de un Observatorio de Género y Diversidades de FEHGRA, que pueda recoger datos sobre participación de las mujeres, jóvenes y otros grupos subrepresentados en el sector de la hospitalidad.

Por último, en este panel, se planteó la necesidad de proponer modificaciones al sistema educativo desde el Nivel Inicial destinadas a incorporar “la igualdad de género” en la realización de cualquier tarea, incluida las domésticas, con el objettivo de generar un cambio en la cultura, así como también, promover campañas comunicacionales que muestren a la mujer realizando tareas diferentes a las domésticas.

En el segundo panel, llamado “La Inclusión de las Mujeres en el Sector de la Hospitalidad”, se recomendó la conformación de un observatorio de Recursos Humanos que permita tener información concreta con datos duros del sector sobre el empleo de la mujer y qué posiciones ocupa dentro de la estructura hotelera y gastronómica. Por otro lado, se propuso trabajar en tiempo real en los proyectos de leyes que involucran al género, de manera de dar aporte y contribución con la mirada del sector.

En este mismo foro, la doctora en ciencias políticas, e investigadora del Área de Desarrollo Humano y Políticas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Gabriela Catterberg, brindó un panorama sobre cómo es el mercado laboral local en general y destacó que “en las últimas décadas ha habido una participación creciente de las mujeres en términos de actividad de empleo, sin embargo, a pesar de este crecimiento, existen desafíos importantes en términos de las condiciones laborales que enfrentan las mujeres en relación  a sus contrapartes varones”. Catterberg afirma que la primera brecha es la de ingresos totales mensuales, que según la Encuesta Permanente de Hogares del año 2016, asciende a un 24 por ciento de diferencia entre hombres y mujeres. 

La segunda brecha es la de distribución en términos del uso del tiempo, las mujeres argentinas en promedio dedican el 50 por ciento más de tiempo que los hombres por día, lo que da un resultado de 6.4 horas vs 3.4 horas en actividades de cuidado de organización del hogar. 

La tercera brecha es el acceso a puestos de decisión. “El trabajo que nosotros hicimos en el 2014 y que las estadísticas actuales confirman que no ha variado significativamente, nos muestra que 3 de cada 10 puestos de jefatura y dirección en la Argentina, son ocupados por mujeres, por lo que estamos lejos de la paridad”, resalta la especialista y agrega: “Ha habido avances de todas formas. El desafío además es especialmente significativo en las grandes empresas del sector privado donde este porcentaje es aún menor. En términos más generales, hay una muy baja participación de mujeres en federaciones, en gremios y en asociaciones empresarias”. En este sentido,Catterberg, destacó el hecho de que FEHGRA sea presidido por Graciela Fresno, siendo la primera mujer en ocupar ese cargo en la Federación. 

El ejemplo hotelero 

Claudia Álvarez Argüelles es la CEO de Álvarez Argüelles Hoteles, una cadena familiar con mucha historia en Argentina, que cuenta con la particularidad de tener una visión equitativa, en cuanto a la contratación de personal desde su fundación. En el marco del II Foro de FEHGRA-OIT, la ejecutiva comentó: “Nuestra empresa fue visionaria, porque cuando se fundó en el 1954, ya su consejo directivo era de 50 por ciento hombres y 50 `por ciento mujeres, ya que mis padres eran socios, además de matrimonio, y así se comportaron en la vida, crecieron como socios distribuyendo sus tareas y las mismas se dividían por capacidades y no por género. Esto fue un gran ejemplo para mi”. La CEO también contó que este ejemplo no lo veía en otros lados donde la mayor parte de los cuadros dirigenciales estaban representados por hombres. 

Siguiendo con la historia familiar, Claudia Álvarez Argüelles relata que cuando falleció su padre, su madre, -María del Carmen- y ella asumieron la presidencia y vicepresidencia de la cadena: “entonces se puede decir que somos una empresa dirigida por dos mujeres y además entre nuestros recursos humanos, el 51 por ciento del cupo es femenino y 49 masculino”. 

“Seguimos trabajando para que las mujeres accedan a los niveles gerenciales y que tengan las mismas oportunidades que los hombres.  Siempre decimos, e invitamos a todas las empresas a que lo hagan, que los salarios sean por posición y los incentivos por productividad y no por género”, sostiene.