Zaha Hadid pertenecía a ese olimpo de arquitectos que integran Norman Foster, Jean Nouvel, César Pelli o Frank Gehry, a los que basta dar un vistazo a un edificio para reconocer su denominación de origen. En el caso de la arquitecta iraní, fallecida hace dos años, su legado llega a un punto inédito con Morpheus, el hotel de lujo que abrió sus puertas en Macao.

La antigua colonia británica en China -con influencias portuguesas- quiere seguir los pasos de Hong Kong, su hermano mayor, como meca de inversiones y turismo de lujo. Pero no piensa competir con torres que buscan el récord de altura, sino con diseños más estilizados, armónicos y elegantes.

Formas fluidas, elegantes y rompedoras

Esa es la síntesis de Morpheus: se trata de una estructura de formas fluidas, de apenas 42 plantas, que a la distancia se ve como una bloque escultórico con sus interiores curvos, como si a un dios caprichoso se le diera por agujerear una gigantesca esponja vertical.

Al contemplarlo, viene a la memoria el proyecto del hotel ME by Meliá de Dubái, que también apuesta por un bloque de cristal con un interior hueco, que pareciera derretido.

Las formas orgánicas imperan en el hotel Morpheus.

Una de las innovaciones del Morpheus, que costó 1.000 millones de euros, es que se sostiene por un exoesqueleto, o sea que la estructura que lo mantiene en pie se encuentra en el exterior, una alternativa poco usada por su compleja ingeniería, pero que se puede ver en el Centro Pompidou de París o en el Hotel Arts de Barcelona.

Diseño de ciencia ficción

El interior parece sacado de una película de elegante ciencia ficción: la ausencia de columnas y muros divisores permite que los salones y atrios desplieguen formas caprichosas, curvilíneas, donde hay un invitado que nunca falta: la luz exterior.

La inversión para levantar al hotel Morpheus llegó a los 1.000 millones de euros.

Además una serie de puentes conectarán las diferentes áreas, como si se planteara una micro-ciudad con niveles entrecruzados. Sólo el lobby Atrium cuenta con 40 metros de altura sin interrupciones. Gracias a este diseño que lleva el sello de Hadid, la mayoría de las 780 habitaciones cuentan con una generosa recepción de exposición solar, lo que permite un importante ahorro de energía eléctrica. 

Entre los más lujosos del mundo

Morpheus pretende jugar en las grandes ligas del lujo. Allí se encuentra el restaurante de Alain Ducasse, el chef francés que cuenta con 20 estrellas Michelin en su universo gastronómico. El diseño que mezcla la arquitectura con la escultura lleva el sello de Zaha Hadid.

También se presenta otro famoso de los fogones más exclusivos, Pierre Hermé, quien humildemente permitió que su restaurante se bautice “El universo de Pierre Hermé”, el primer local que abre en China.

Y la cocina local no podía perder la oportunidad de brillar con Yi, una propuesta de lujo en las plantas superiores de este edificio de formas caprichosas.

Un toque de exotismo

Hay una cierta tendencia en la cultura china en buscar lo más exótico o arriesgado (en plena competencia con el lujo del Golfo Pérsico), y así Morpheus contará con un spa rociado con nieve real.

El lugar cuenta con un área comercial de 1.000 metros cuadrados, suites y seis villas-dúplex. La más lujosa, obviamente, se encuentra en las últimas dos plantas, una estancia de 510 metros cuadrados con mayordomo personal y piscina privada.

Morpheus es la estrella central del nuevo City of Dreams, el nuevo complejo de ocio y hostelería que también presenta a marcas como Grand Hyatt y Dragone, además de un casino, dos teatros, 20 restaurantes y un distrito comercial con las marcas más exclusivas.