Hasta el momento, ¿cuál es el balance del año? 

El posicionamiento estos 22 años de trayectoria nos atraviesan, hoy nos permiten tener una solidez muy fuerte para cualquier tipo de avatar nuevo. Digamos, estos primeros seis meses fueron excelentes. Esto es como un tren, que lleva una inercia de muchos años, mucho desarrollo, especialización. Eso hace que estemos como en una burbuja, porque en cuanto a cantidad y calidad de viajes que estamos haciendo es por fuera de la crisis actual. El segmento que trabajamos nosotros, que es el más alto, es al que menos perjudica la situación. Inclusive con la fluctuación cambiaria.  

Porque es un segmento que, pese a las variaciones, elige seguir viajando. Tiene esa  posibilidad. 

Ya tienen de alguna forma su composición en dólares, y deciden invertirla en lo mejor, que es viajar. Es invertir en una experiencia. Lo material te dura muy poco. En cambio, la experiencia de atravesar una vivencia personal, en uno de estos destinos que nosotros exploramos y acompañamos, hace que tenga un valor intangible, y que la persona que puede realizarlo, lo seguirá haciendo. Por eso, a pesar de todo, mantuvimos un nivel de ventas muy alto.

Como bien señalás, el viaje dejó de ser un simple momento de ocio para convertirse en una experiencia. 

Desde nuestros inicios, fue ese el planteo que nos hicimos. Siempre pensamos en la posibilidad de que el turista tenga del viaje un valor agregado diferente a sacarse la foto en las pirámides, o conocer el Partenón. Siempre. Eso nos llevó a que, durante los recorridos, tanto sean los acompañados o cuando van solo y armamos el programa, tengan vivencias que los lleven a confrontarse con realidades totalmente distintas.  

“Siempre mantuvimos el perfil 

de operador especialista”

¿Por qué?

De por sí, los destinos que nosotros trabajamos son diferentes. Si a eso le sumamos haber pensado antes de qué manera el argentino puede disfrutar y llevarse algo más de ese viaje. Es un combinando de cosas con el que fuimos educando (de alguna manera) a nuestros socios, corresponsales, para que sea sea la forma en la que muestran el lugar a nuestros pasajeros. Es una cosa bastante excéntrica dentro de turismo, porque nunca lo concebimos como un producto comercial.

Y diferente a lo que generalmente se acostumbra, ¿no?

Claro. No era vender la mayor cantidad de paquetes a la mayor cantidad de destinos, por eso en 22 años nunca nos hicimos operadores multidestinos. Siempre mantuvimos el perfil de operador especialista. Es algo que nunca vamos a modificar, porque creemos que esto es posible sólo cuando te dedicas a una región del planeta. No podes armar la experiencia para todo el globo.

En una industria tan dinámica y cambiante, como es turismo, ¿desde dónde pueden innovar ustedes como empresa?

La cantidad de cosas que hay para ver en cada destino es mucho mayor a lo que se cree. Hay muchos destinos donde las distancias son cercanas y tienen una gran diversidad para ofrecer. Por eso mismo, y en un hecho histórico, los embajadores de Tailandia, Malasia, Indonesia, Filipinas y Vietnam se juntaron para trabajar en pos de los destinos. Porque hoy comprar un paquete exótico no es tan difícil, como hace 15 años. Se encuentra muy fácil. 

La cuestión pasa por cómo lo presentas. 

Cómo y de qué manera lo haces, de qué forma te relacionas con los corresponsales. Trabajar con India o China, desde acá, es una complejidad, por lo menos para que entiendan qué es lo que querés realmente, qué tipo de pasajeros le estás mandando. Todo eso lleva años. Por eso la especialización te permite mantener una calidad muy alta.