El Secretario de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (AHRCC) reflexiona sobre los primeros seis meses del año para la actividad y la entidad.

¿Qué balance hace de estos primeros seis meses

para la actividad?

Fue un semestre un tanto duro en lo económico, con alza de tarifas, como se puede ver. Este movimiento de la economía, en general, afectó indudablemente a la industria, tanto a la hotelería como a la gastronomía. No obstante, estamos acostumbrados a surfear estos mares, siempre con la esperanza de poder encontrarle, de alguna manera, la solución a los problemas que tenemos en la actividad.

¿Se esperaba este panorama?

No, de hecho, aguardábamos un primer semestre más tranquilo, por lo menos a nivel económico. En el plano del consumo, también estuvo similar. Es más, habíamos empezado con mucho optimismo, pero lamentablemente hubo algunas variables monetarias que nos afectaron, y que lo siguen haciendo. Aspiramos, por otro lado, se tranquilicen, para así poder trabajar con cierto margen de maniobra y con la posibilidad de programar y de estabilizar la situación.

¿La presión impositiva sigue siendo el mayor enemigo de los establecimientos ?

Sin lugar a dudas, es importante. Deberíamos tratar de bajarla. Más allá de eso, también el tema de ventas está flojo. Pero, hay que tener en cuenta el contexto general. Recordar que nosotros estamos en una actividad en la que, cuando la economía se resiente un poco, lo sentimos de pleno y lleno. Lo mismo pasa a la inversa, cuando revierte: somos los primeros en sentir esa bonanza. Por eso, esperemos que las medidas que está tomando el gobierno sean lo suficientemente buenas y abarcativas, como para tranquilizar la economía, para así poder volver a una senda de crecimiento.

Más allá de la merma en las ventas, ¿la situación económica repercutió de manera directa en el cierre de establecimientos? ¿O es muy prematuro hablar sobre esto?

Si bien aún no hay datos precisos al respecto, sí es cierto que se resiente muchísimo la cuestión de la rentabilidad, sean establecimientos hoteleros o gastronómicos. Indudablemente, nos queda aguardar que se equilibre la situación, para saber dónde estamos parados. Hay una realidad, nos agarró a todos por sorpresa esta “corrida” que tuvimos.

En lo que a la AHRCC se refiere, tuvieron un arranque de año movido, con muchas actividades. ¿Qué balance hace hasta el momento?

La Asociación viene trabajando muy fuerte hace tiempo. Estos seis meses que pasaron fueron súper activos, participamos de FITUR, estuvimos en Suiza con el ISEGH. Venimos sosteniendo una actividad muy importante, representando a nuestros asociados.

De cara a los próximos meses, ¿qué opinión puede arriesgar?

Cuando hablamos de la económica, todavía quedan cimbronazos por sentir. Me lo imagino y espero que se pueda nivelar el tema de precios, especialmente los internos, para poder ahí hacer pié.

¿Medidas positivas que hayan ayudado a apaciguar la realidad?

El haber sacado el IVA para la hotelería fue algo excelente, una de los mejores, por caso.

¿En la práctica funcionó?

Es tal vez un poco más complicado de lo que suponíamos o esperábamos. Nos gustaría que fuera más sencilla la devolución, pero siempre es bueno tener una Ley de estas características. El aumento de la conectividad aérea también es algo a destacar, que beneficia directamente a la hoteleria. Es fundamental. Igual, nos falta mucho, pero había que empezar, y se hizo. Por otro lado, desde el Gobierno de la Ciudad le están dando un espacio preponderante a la gastronomía y eso indefectiblemente nos beneficia. Se están haciendo muchísimos eventos, lo que la pone en valor.

Habló del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. ¿Cuál es la relación que tienen con el Ente de Turismo porteño, luego de cambio de autoridades?

Impecable, tanto con Gonzalo (Robredo, presidente) como con Karina (Perticone, directora general de promoción), que son personas muy trabajadoras. Colaboramos muchísimo, hacemos bastante acciones en común.