El Presidente de la Asociación de hoteles de Porto de Galinhas desde hace ocho años, conversa sobre el destino y la actualidad hotelera.

¿Qué hace de Porto De Galinhas una propuesta tan atractiva?

Una de las atracciones tiene que ver con los hoteles. Están ubicados directamente en la playa, tienen muchos espacio, recreación, muy buena comida y hay mucho para hacer por fuera también. El pueblo es uno de los principales de la zona, y sus calles principales son peatonales, entonces, los visitantes dos o tres veces por semana van a pasar una tarde o una noche. La gente en los hoteles y en el pueblo hablan “portuñol” y los locales se han adaptado al argentino, así que se puede disfrutar de un asado con papas fritas, por ejemplo.

¿Qué lo distingue de otros balnearios del nordeste de Brasil?

Su pueblo y la proximidad con el aeropuerto, que está a sólo 40 minutos de distancia. Tenemos posadas, hoteles medio, resorts de lujo. Además de las tiendas en el pueblo, los bares, restaurantes, un poco de todo. Y el clima, de 30 grados por el día casi todo el año y 24 por la noche. Hay muy poca lluvia y agua cálida con 25 grados.

Porto de Galinhas ha tenido un gran crecimiento como destino. ¿Cuántos argentinos han llegado a esa localidad en estos dos últimos años?

A finales del 2015 teníamos 50 mil turistas argentinos por año, a finales de 2017, esa cifra creció a más de 100 mil por año. La progresión no se dio sólo por argentinos que llegaron de Capital Federal, si no con turistas de todas las provincias. Esto fue gracias al aumento en la conectividad aérea. De esta manera, el vuelo directo permitió que la familia sepa más del destino

Uno de los problemas que están teniendo los hoteleros en el mundo tiene que ver con la presencia de sitios como Airnbnb o B2B. ¿Cómo está afectando a la hotelería?

Creo que un juego con las mismas reglas para todos es mucho más fácil. Porque un hotel paga impuestos y el otro nada. Para trabajar tenemos que tener autorización de la Municipalidad, del Gobierno Federal, de bomberos, permisos de salud y una habitación de Airnbnb no tiene nada de eso.

¿Qué respuestas tienen de parte del Estado?

Están intentando, pero la velocidad de lo público es muy distinta al del privado, pero estamos buscando hacer algo. Estamos viendo como se está combatiendo en otros lados del mundo, como en España, Holanda, Estados Unidos, Francia, que son países que tienen algunas reglas más. Acá, en Brasil, hay muy pocas.

A raíz de los problemas de política interna que tuvieron en Brasil los últimos años, ¿hubo disminución de turistas del exterior?

Del turismo general, sí. Lo que es turismo de Brasil, no ha disminuido mucho. El turismo de negocios bajó, las empresas cortaron mucho los viajes, las reuniones ahora son por internet, Skype u otro medio. Pero la economía del país está mejorando.

¿Cómo ven el trabajo del profesional del turismo apoyando al destino?

Dependemos mucho de los agentes de viajes y los tours operadores, tenemos que capacitarlos, hacerles vender Porto de Galinhas: qué se hace, cuántos días quedarse. Entonces. estamos todo el año haciendo capacitaciones en distintos lugares para que el agente de viaje sepa hablar del destino. Ellos son nuestro nexo.

¿Cómo es la participación con el Estado? ¿Se trabaja en conjunto?

El estado trabaja, nosotros hacemos más, pero la municipalidad de Porto de Galinhas y la de Pernambuco, que es la Provincia, ayuda, sí.

¿Qué mensaje les dejarías a los agentes de viajes o a los profesionales del turismo de la Argentina con respecto al destino para que lo puedan vender con seguridad y sabiduría?

Que la Asociación de hoteles de Porto de Galinhas y el Convention Bureau cada vez más van a intentar hacer del destino una zona segura, para que juntos consigamos un provecho mayor.