Durante su mandato al frente de la alcaldía de la Ciudad de Buenos Aires desde 2007 hasta 2015, la gestión de Mauricio Macri estuvo bastante alejada de la actividad turística, casi como si no existiera. Ni la participación de Hernán Lombardi, hoy ministro del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, pudo suplir la falta de interés y presupuesto por parte de aquella administración Macri para el desarrollo y la promoción del turismo porteño.

La poca participación del Ejecutivo ciudadano dejó huérfano de conducción a los empresarios del sector que salían a pelear por Buenos Aires, una de las ciudades más importantes del mundo, sólo con su esfuerzo y voluntad de crear negocios, frente a moderadas inversiones de ciudades como San Pablo, Ámsterdam o Estambul, que buscan permanentemente superar anualmente la cantidad de llegadas de pasajeros internacionales.

Pasado el tiempo, el arribo a la Casa Rosada significó un nuevo desafío para el hoy Presidente Macri, donde el sector turístico estaba más signado a un nuevo olvido que a ocupar un lugar en los discursos políticos del mandatario.

En parte por la capacidad de trabajo y el poder de convencimiento del Ministro Gustavo Santos, casualmente el último en ser nombrado en el actual Gabinete, y en parte por la coyuntura, de a poco el turismo comenzó a formar parte realmente de la estrategia del gobierno para crear puestos de trabajo.

Si bien el Plan se dio a conocer a poco de asumir en un encuentro con el sector empresario en Balcarce 50, la realidad muestra que debieron pasar más de 24 meses para que el Gabinete en su conjunto entendiera de que se trata esto del Turismo.

Algunos podrán argumentar que la Revolución de los Aviones, o la reorganización de Aerolíneas Argentinas y Austral, o el Plan Belgrano fueron el puntapié inicial, tal vez, pero, como siempre, nos asalta la duda del huevo o la gallina… ¿Por dónde se empieza?

Misiones, Salta y Córdoba son ejemplos de la participación de Presidente Macri en eventos directamente relacionados con el turismo y esto posiciona a la actividad de otra manera.

En concreto, hoy el Presidente Macri no rehúye al discurso político del turismo, lo asume como propio y se muestra conocedor de los beneficios de la actividad para el país.

Ahora sólo falta que el sector privado haga su parte y de señales claras, para que el diálogo sea de a dos, y no un monólogo que los conduce como chicos al colegio. ¿Se entiende?