El CEO de SKY Airline habó acerca de la realidad de la aviación low cost en la región.

Hace algunos años decidieron cambiar su modelo de negocios y pasar de una aerolínea tradicional a ser low cost, ¿cómo fue ese proceso?

Lo anunciamos el 30 de agosto de 2015. Yo me hice cargo de la empresa como CEO en septiembre de 2014, armé el equipo, primero la nueva generación de Sky e iniciamos un proceso de consultoría con asesores externos para definir cuál era el modelo de negocios que nosotros creíamos que era el más sustentable para la región y ahí empezamos a hacer la transformación y como parte de esto, obviamente uno de los elementos claves fue la reducción de costos. El objetivo siempre fue conseguir bajar los costos, minimizando el impacto en la experiencia del cliente y también mejorando el resto de las prácticas del negocio.

¿Cuál es el diferencial de SKY con otras compañías low cost?

Primero hay que decir que nosotros al mismo tiempo que bajamos los costos, mejoramos todos los indicadores del negocio. Logramos mejorar la puntualidad y de hecho en el 2016 fuimos la aerolínea más puntual del mundo. Por otro lado en 2016 y 2017 ganamos por primera vez el premio Pro-calidad que es la encuesta más importante de las empresas de servicio que se hace en Chile a todas las organizaciones de servicios, es decir que lo que nosotros estamos demostrando es que se puede ser low cost con calidad, y calidad para nosotros es cumplir de forma consistente lo que uno le promete al cliente. Hemos trabajado muy fuerte en ese sentido y también desde el punto de vista de seguridad hemos mejorado, certificándonos en IOSA en el 2014, y a pesar de que ahora no es un requisito porque ya no tenemos acuerdos interlineales, decidimos seguir con esta certificación porque es una forma de chequear que tenemos incorporadas las mejores prácticas desde el punto de vista de la calidad y de la seguridad.

Detrás de este tema es necesario ahondar porque está el mito de que las aerolíneas low cost ahorran en costo bajando los estándares de mantenimiento y de seguridad y yo diría que es para nosotros, y para las aerolíneas low cost que hacen bien el trabajo, es exactamente lo contrario. Nosotros en mantenimiento hacemos una buena gestión y para eso nos aliamos con los mejores proveedores del mundo.

¿Cuál es la composición de flota?

En este momento tenemos 15 aviones, 13 de los cuales son A319 y dos A320. Estos últimos están configurados con 174 asientos y los A319 con 150 asientos. En promedio tenemos 154 asientos por avión y la edad promedio de la flota es de 13 años. Esta generación de aviones está diseñada para una vida útil razonable de 25 años en promedio. Pueden seguir más allá, pero normalmente la misma tecnología va remplazando a los aviones porque la nueva generación tiende a ser más eficiente, entonces por más barato que te pueda salir el arriendo, el costo de entrada con los aviones viejos es más barato, pero operarlo es mucho más caro.

Vamos a seguir con los Airbus. En septiembre nos va a estar llegando el primer A320 NEO, directo de fábrica y vamos a recibir en los 18 meses siguientes 14 aviones más. Hasta fines de 2019 vamos a estar recibiendo 18 aviones y después vamos a reemplazar la flota completa, pero además vamos a estar aumentando la oferta.

¿Tienen planeado crecer en oferta en Argentina?

La posibilidad siempre está, pero actualmente nos encontramos con importantes obstáculos para desarrollar nuestro modelo con los pisos tarifarios y las altas tasas aeroportuarias. Si las tasas aeroportuarias fueran más bajas estoy seguro que podría duplicarse la cantidad de pasajeros entre ambos países.

El gran problema para que podamos ingresar al mercado de cabotaje, además de la banda tarifaria mínima, es al “monopolio de proveedores”.

Creo que sería importante tener una tasa de embarque regional, que sea mayor a la doméstica pero menor a la internacional, ya que no tiene sentido pagar lo mismo por volar a París que a Santiago de Chile.