1)

El amor a la camiseta de la Selección Nacional hace estragos en las economías de muchos argentinos. A la inversión que están realizando en la compra de TVs cada día más grandes y con mayor definición de imágenes, ahora se le suman los viajes a Rusia para asistir al Mundial. Según una de las plataformas de reservas de hoteles más importantes del mundo, los argentinos se ubican en cuarto lugar entre quienes más han reservado hoteles en Moscú, San Petersburgo y Nizhny Novgorod (donde Argentina enfrentará a Croacia en el segundo partido el 21 de junio).

¿El aumento del dólar provocará la deserción de algunos fanáticos o viajarán igual aunque tengan que pasar hambre?

2)

Las obras del Paseo del Bajo que se están realizando en la zona de Puerto Madero están causando más de un dolor de cabeza a quienes tienen comercios o trabajan en la zona. A los primeros porque la actividad ha disminuido sensiblemente provocando, incluso, el cierre de algunos restaurantes. A los segundos porque están gastando en tintorería y calzado más de la cuenta, “si vas caminando desde Alem hasta la oficina llegás con barro hasta las rodillas, no hay ropa ni zapato que lo soporten”, se quejaba un alto ejecutivo de una aerolínea internacional.

¡¡¡A pedir un aumento urgente!!!

3)

“No paran de provocar situaciones risueñas, por no decir tragicómicas”, decía un personaje del mundo de la aviación comercial luego de que tras las abundantes lluvias del jueves pasado FlyBondi tuviera que volver a cancelar el 80% de sus operaciones desde El Palomar porque la pista se vuelve una piscina.

¿Porqué?, preguntó su interlocutor.

-”Porque justamente mientras el caos se apoderaba de la terminal aérea donde establecieron su base de operaciones, los voceros de la aerolínea anunciaban que pedirán otras 200 rutas, muchas de ellas al exterior, y que piensan tenerlas activas desde octubre próximo. Suena a cargada, ¿no?”

Dicen por ahí que don Julian Cook va repitiendo como un mantra “y si no me tienen Fe...”

4)

Mientras tomaba un café en La Biela un conspicuo concurrente se sorprendió al escuchar el comentario que le llegó desde una mesa vecina: “no sé que estará pasando por la cabeza del gran empresario hotelero, pero se está comenzando a especular que los Alveares podrían cambiar de marca, y ya hay varios nombres importantes dando vuelta para cada uno de los cuatro edificios que posee en la Capital”, dijo muy suelto de cuerpo.

Después de tirarse el café encima, el sorprendido escucha salió corriendo a ver si podía confirmar o no la primicia. ¿será verdad?