En uno de los debates con más expositores en toda la WTTC, la amplitud temática tuvo como eje principal la posibilidad de trabajar con los gobiernos para lograr una mayor seguridad y agilidad a la hora de ingresar a nuevos países.

Entre las diversos tópicos que se tocaron el miércoles, hubo una conferencia que, con muchas voces, se llevó gran parte de la jornada: diez expositores, divididos en tres partes, hablaron acerca de la seguridad en los viajes. O, como se explicó ahí, “los viajes sin costura”. Entre los temas tocados, el eje puntualizó en la seguridad del turista, la apertura ante los viajes, el uso de las tecnologías y los datos biométricos, y la forma en la que la industria se puede fortalecer trabajando en conjunto con los gobiernos.

La primera parte se basó en “identificar las tecnologías”, y contó con la experiencia de Paul Griffiths, CEO de Dubai Airport; Richard Camman, VP Business Innovation de Vision-Box; y Diana Robino, SVP, Travel Industries, Enterprise Partnerships, Mastercard. En la segunda parte, titulada “Alineando el proceso”, Mario Hardy, CEO de Pacific Asia Travel Association (PATA); Dr Fang Liu, secretaria general de International Civil Aviation Organization (ICAO); John Moavenzadeh, Head of Mobility Industries and System Initiative de World Economic Forum (WEF); y Paul Steele, Senior Vice President Member & External Relations, Corporate Secretary de International Air Transport Association (IATA), formaron el panel. Por último, “Trabajando con los gobiernos” tuvo de expositores a Isabel Hill, Directora de la Office of Travel & Tourism Industries, USA; Istvan Ujhelyi, Chair of Tourism Task Force de European Parliament; y Earl Anthony Wayne, ex embajador de Estados Unidos en México.

Viajes sin costuras

El panel inició la presentación hablando de proyecciones, informando que para 2030 el número de vuelos aumentará de manera exponencial y que no hay un esquema de infraestructura que sea sostenible, aceptado, ecológico y que pueda estar a la par de este impulso turístico. “Es muy costoso financiar este tipo de megaproyectos, por eso es muy importante de cara al futuro poder mejorar la eficiencia de los aeropuertos existentes”.

Un caso testigo que se trató fue el de Mastercard. “La importancia de nuestra forma de trabajo tiene que ver con que nuestra tecnología no está sólo en la tarjeta de crédito o débito, sino que está en términos de nuestra encriptación”, explicó la representante de la firma. Y para ejemplificar, citó el caso de los últimos Juegos Olímpicos en Londres, cuando la ciudad le solicitó a la empresa que diseñe un modelo por el cual el subte se pueda abonar con la tarjeta. El resultado fue óptimo, ya que se ahorró en tiempos y costos. Ahora, sostuvo Robino, el siguiente paso es que los demás gobiernos empiecen a apostar por este tipo de implemento.

Cómo agilizar los procesos

Para iniciar el debate, se explicaron las diferentes medidas de seguridad que toman los aeropuertos, según el país: descalzarse en los Estados Unidos, la posibilidad de hacer lo mismo dependiendo del tipo de calzado en Inglaterra, etc. Y para comprender más, Liu explicó: “La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) estableció normas internacionales para la seguridad en aviación, y también para la facilitación de los pasajeros. Estas normas internacionales las adoptaron los Estados miembro de acuerdo con la interpretación que ellos hacen del riesgo que presentan en cada país. La OACI está en el proceso de alentar a los Estados de que utilicen a las mejores prácticas. Pero también motivamos a los Estados a implementar las disposiciones de facilitación: información de pasajeros anticipada, cualquier tipo de prontuario, o un directorio de identificación”.

Por su parte, Moavenzadeh habló de la dificultad de transformar la seguridad actual: “Esto tiene que ver con la confianza: cuando uno le pide a los ministros pasar a un sistema de viaje más colaborativo, esto sigue estando muy atado a la responsabilidad de los gobiernos con la seguridad. Es bastante complicado”. De todas formas, dejó una mirada optimista para los tiempos que vendrán: “¿Cómo hacemos para que el sistema mundial de viajes sea sin barreras, sin costuras, y seguro? Creo que vimos desarrollos muy importantes: la cuarta revolución industrial, o sea, la convergencia tecnológica y la biométrica, que puede transformar la forma en cómo pensamos el sistema mundial de viajes”.

“Creamos un grupo de trabajo que involucran a muchos actores clave de la industria, y les pedimos que elaboren ideas en cuanto al concepto de una identidad del viajero conocido, con la información distribuida que comienza por el pasajero, que acepta compartir más datos a medida que viaja”.

Fronteras gruesas, pero delgadas

La última parte, trajo a colación una discusión importante, que es la articulación de las practicas que adoptan los gobiernos.

Ciertamente, los datos biométricos permitirán en un futuro que los procesos de viajes sean más laxos, fáciles, que los flujos de pasajeros sean más ágiles, pero la clave pasa por no descuidar la seguridad. “Hubo muchos problemas para aceptar estas nuevas nociones”, dijo Wayne.

“Primero se trataba de que todo sea más grueso, y luego la gente empezó a entender que había más beneficios por tener fronteras más delgadas”, reflexionó el funcionario, dando por concluida su participación en el debate.

Ciberseguridad: Percepción Vs realidad

La segunda jornada tuvo como apertura una ponencia dedicada a la seguridad cibernética a la que llamaron: Cybersecurity: are you ahead of the curve? (Ciberseguridad: ¿estás por delante de la curva?). La idea de este panel fue abordar desde una visión ejecutiva este tema tan delicado para las grandes empresas y a la vez explorar la naturaleza de las nuevas tecnologías y las amenazas a la seguridad que aportan al sector de Viajes y Turismo en el contexto de garantizar la seguridad colectiva y la capacidad de recuperación de la industria.

La charla estuvo moderada por Matt Vella, Executive Editor de TIME Magazine y el panel estuvo compuesto por Dee K Waddell, General Manager, y Global Travel & Transportation Industry de IBM; Nick Fishwick, Advisor de HSBC; Adam Weissenberg, Global Leader, Travel, Tourism and Hospitality de Deloitte and Touche; y Robin Ingle, Chairman and CEO de Ingle International.

Los expertos comentaron acerca sus experiencias personales y a nivel empresarial cuáles son los protocolos que utilizan para asegurarse de no sufrir un ataque cibernético, algo que debilita notoriamente a cualquier empresa, ya que la seguridad se ve vulnerada y una vez que esto pasa, una gran cantidad de clientes eligen otras empresas para asegurar sus datos, movimientos, entre otros ítems de gran importancia. El anclaje estuvo en que las empresas de viajes y turismo no están exentas de sufrir un ataque en carne propia, en la misma compañía, o bien en sitios externos, como los bancos. Los ejecutivos destacaron que muchas veces la percepción de seguridad de la propia empresa, puede parecer óptima, pero desde afuera, para los atacantes puede ser una tarea fácil, por lo que la sugerencia es que las compañías deben invertir en seguridad, personal experimentado al respecto, además de instruir a todos sus empleados para evitar que haya fallas en la seguridad.

En otro orden, afirmaron que muchas veces, los ataques empiezan por casa y esto atañe a todo el staff de una empresa, por lo que se debe evaluar muy bien qué medidas tomar al respecto. En muchos casos también sucede que la compañía que fue atacada, es propensa a ser atacada otra vez si no toma los recaudos necesarios, pero no todas son pálidas, ya que comentaron que el 85 por ciento de los casos son reversibles.