Los cinco sindicatos aeronáuticos apoyan a APLA para negociar con Aerolíneas Argentinas. La discusión será fuerte en medio de un nuevo escenario aerocomercial  y las elecciones legislativas de octubre.

Para entender las estrategias de las nuevas paritarias, que vencen el 29 de agosto, es necesario remontarse al 2016 y entender las estrategias que utilizaron para conseguir su objetivo.

El 25 de noviembre de 2016 la Asamblea de APLA aprobó por unanimidad el preacuerdo que la conducción había firmado con la por entonces titular de Aerolíneas Argentinas, Isela Costantini, en el marco de las negociaciones paritarias. En esa instancia acordaron un aumento del 35 por ciento por un año (retroactivo a septiembre) que incluía condiciones similares a los acuerdos sellados por el resto de los gremios del sector.

Tras el acuerdo, que finalmente destrabó un conflicto salarial comenzado en septiembre, con una medida de fuerza que dejó varados a más de 20 mil pasajeros. Por otro lado se garantizó el servicio aéreo durante las vacaciones de verano, algo que preocupaba al sector turístico.

“Este es un acuerdo histórico porque fue firmado por APLA y UALA, dos gremios que durante muchos años tuvieron importantes diferencias que desde hace un tiempo a esta parte vienen trabajando por una misma senda. Si no cerraba APLA, no cerraba UALA y viceversa”, resaltó en ese contexto Pablo Biró.

La Asociación de Pilotos se encontraba en “estado de alerta” tras lo dispuesto por una masiva asamblea de sus asociados que se llevó a cabo el pasado 28 de octubre de ese año, donde además se avaló todo lo actuado por la Comisión Directiva y la Comisión Paritaria en la negociación con Aerolíneas Argentinas por la recomposición salarial.

“Pedimos un aumento que ellos decían que era muy por encima de la inflación y yo dije que no, porque la inflación para ese período fue del 43 por ciento y nosotros cerramos en un 35”, recuerda el sindicalista.

Los restantes gremios como la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), la Asociación del Personal Aeronáutico y la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico, ya habían llegado a acuerdos salariales días antes.

La oveja negra

La confianza en la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), comandada por Juan Pablo Brey, terminó de quebrarse cuando en las paritarias del 2016 el gremio negoció por su cuenta, y antes que los demás, rompiendo la huelga que estaban realizando APLA . Además, la otra gran diferencia que marca la grieta es que la asociación está vinculada con Facundo Moyano, un actor político no muy bien visto por los gremios asociados.

Para ese entonces, AAA acordó con LATAM Argentina que prevea una recomposición promedio de bolsillo del 44 por ciento, que rige desde enero de 2017, recuperando el 2 por ciento de antigüedad por año. En febrero se pagó también un bono de $ 2.000 para cada tripulante de cabina. “

Esta es una reivindicación salarial y conceptual histórica que da la vuelta de página a quienes tomaron la decisión de entregarla a espaldas de los trabajadores”, manifestó Brey.

Una nueva instancia

En medio de un ánimo bastante caldeado por la llegada de nuevas aerolíneas y sus condiciones poco claras, los principales gremios aeronáuticos decidieron, de forma unánime, que la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) pueda utilizar su poder de fuego para negociar las nuevas paritarias de Aerolíneas Argentinas, las cuales vencen el 29 de septiembre próximo.

La Asamblea, que se realizó el 11 de agosto en la sede de APLA -dirigida por Pablo Biró-, contó con la presencia de Rubén Fernández, secretario General de UPSA (Unión Personal Superior Aeronáutico); Genaro Trucco, secretario General de UALA (Unión de Aviadores de Líneas Aéreas-Pilotos de Austral); Edgardo Llano, secretario General de APA (Asociación del Personal Aeronáutico) y Ricardo Cirielli, secretario General de APTA (Asociación del Personal Técnico Aeronáutico). En asamblea, Biró afirmó que usará todo el poder adquirido para todas las instancias, con el fin de intentar recuperar el poder adquisitivo perdido por la inflación actual. la suba del dólar de manera impredecible y el costo de vida que aumentó en el último año.

En un comunicado, desde APLA expresaron los resultados de la Asamblea: “Luego de analizar el estado de las negociaciones y los posibles escenarios que se plantean, se aprobó por unanimidad la siguiente moción: 1) Facultar a la HCD a adoptar medidas de acción directa que considere pertinente durante la negociación paritaria; 2) Declararse en estado de Asamblea Permanente hasta la finalización de dicha negociación”.

Al respecto, Genaro Trucco declaró en el sitio Aviación Argentina que “la asamblea extraordinaria realizada y la votación unánime es parte de un proceso que fortalece al gremio, que solidifica la coordinación alcanzada con los pilotos de Aerolíneas Argentinas –APLA-, en la búsqueda de conseguir las mejores condiciones laborales para los pilotos del país, al tiempo que continuamos trabajando con intensidad en el frente gremial conformado por UALA, APLA, APA, UPSA y APTA”.

Mientras tanto, Biró resaltó: “si bien esta Asociación -APLA- tiene total autonomía para negociar lo que le compete, es muy importante recordar y subrayar que los cinco sindicatos continuamos trabajando en unidad como en tantos otros temas, en esta negociación paritaria”.

¿Qué piden?

Según le comentó a Mensajero Turístico, Pablo Biró, la semana pasada pudieron reunirse con el actual CEO de Aerolíneas Argentinas, Mario Dell’Acqua, aunque todavía no fue una instancia de negociación ya que si bien se sentaron a hablar de paritarias, no se mencionaron los números. De todas formas, el titular de APLA afirmó que desde la comisión de paritarias están pidiendo un 38 por ciento de incremento salarial, aunque hay que tener en cuenta los montos no remunerativos.

Otro punto a tener en cuenta es que mientras se desarrolle esta negociación, estarán muy próximas las elecciones legislativas, por lo que la carta con la que quiere jugar APLA puede que gane, ya que desde algunos sectores van a procurar que no haya ningún conflicto en la antesala electoral. Aunque, si los números cierran, no hay ningún conflicto posible en puerta.

Según Pablo Biró, desde la comisión de paritarias están pidiendo un 38 por ciento de aumento.

Juntos, pero no revueltos

En mayo de este año, y luego de muchas idas y venidas los gremios aeronáuticos nombrados anteriormente se unieron para denunciar, mediante un comunicado, que desde el Ministerio de Transporte y a través de la ANAC se estarían otorgando rutas de manera poco clara a operadores aéreos de dudosa o nula capacidad operativa. Ese documento fue firmado por los referentes de cada una de las asociaciones. En ese mismo contexto, los gremios firmantes coincidieron en que el gobierno nacional “tiene un diagnóstico errado acerca de los convenios laborales y reclaman un diálogo real con las autoridades, al mismo tiempo que solicitan que el gobierno deje de lado su actitud declamatoria.

Por último, los secretarios afirmaron que “llevarán adelante todas las medidas que crean necesarias para garantizar un servicio público de calidad, con los convenios colectivos de trabajo vigentes que aseguren un crecimiento genuino de los puestos de trabajo y de la actividad. “Nosotros nadamos entre tiburones hace muchos años, puede ser que tengamos nuestros conflictos internos, pero cuando nos atacan de afuera, nosotros actuamos en conjunto”, afirmó Biró.

Una unión de este tipo no se veía desde el 2001, momento clave para el país y la industria aeronáutica. ¿Seguirá reinando esta comunión en los nuevos tiempos que se vienen?

“Nosotros nadamos entre tiburones hace muchos años, puede ser que tengamos nuestros conflictos internos, pero cuando nos atacan de afuera, nosotros actuamos en conjunto”. Pablo Biró

Dos jardines de infantes

Cabe mencionar que el conflicto entre Aerolíneas Argentinas y APLA, en el 2016 no sólo fue duro, sino que además tuvo una gran repercusión mediática. En su momento hasta el propio presidente Mauricio Macri se involucró cuando le reclamó “responsabilidad” a la dirigencia gremial y sostuvo que “Aerolíneas nos cuesta dos jardines de infantes por semana”.

“Todos tienen que entender, los que tienen responsabilidades de conducir una provincia, una ciudad, un gremio, una empresa, que esta Argentina demanda que seamos todos responsables y solidarios en lo que hacemos”, decía Macri.

La respuesta de los gremios se vio clara en un comunicado posterior en el que le cuestionan “cuántos jardines de infantes se podrían haber construído con la quita de las retenciones a la gran minería por U$D 164 millones o cuántos con el presupuesto destinado a la publicidad oficial que significan unos U$ 220M”.