Con turistas cada vez más informados y acostumbrados a investigar en internet en cualquier momento del día gracias a los smartphones y tablets, las páginas web quedan obsoletas rápidamente, y cuando de promoción turística se trata no hay que correr el riesgo de que el internauta se sienta poco atraído por el material que se le ofrece y salga en busca de otro destino, que al menos desde la pantalla, le resulte más atractiva.