El jueves 7 por la mañana se dio una de las complicaciones más temidas en una temporada que viene registrando un movimiento de personas muy importante en la Terminal de Ómnibus de Retiro: un paro. Luego de un cierre de año donde las medidas de fuerza habían afectado al normal funcionamiento del transporte aéreo, ahora le tocó el turno a los micros de larga distancia que realizaron un paro y piquete en la salida de los ómnibus.
Durante varias horas de esa mañana, los servicios de micros de larga distancia que parten de esa terminal estuvieron paralizados por un reclamo salarial de los choferes por la falta de pago de “un retroactivo que deben los empresarios desde enero de 2009 por un aumento del 21 por ciento que se había firmado y aumento de viáticos”, según lo explicó en declaraciones a los medios de prensa el delegado gremial de la empresa Chevallier, Gustavo Cuomo.
En primera instancia, sólo las empresas Chevallier y Flecha Bus mantenían la medida de fuerza, pero cerca del mediodía se decidió el paro total en todas la empresas, que duró apenas unos minutos porque justo en ese momento llegó la intervención del Ministerio de Trabajo que dictó la conciliación obligatoria y convocó a una reunión entre empresarios y gremialistas, de la que también participaron el secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi y la viceministra de Trabajo Noemí Rial. En ese sentido, durante la reunión las empresas se comprometieron a estudiar los reclamos del gremio y a seguir la conversación durante esta semana en el Ministerio de Trabajo.
De acuerdo a lo publicado por la agencia oficial de noticias Telam, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido se habría comunicado durante la medida de fuerza con el titular de la UTA, Roberto Fernández, para abrir el camino hacia el levantamiento del paro y el acatamiento de la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo.