Tras la entrega de premios a los Mejores Vendedores de Aerolíneas Argentinas y Austral, que se realizó en Misiones, Juan Pablo Lafosse dialogó a solas con los medios del trade. El futuro de la compañía, el rol de los gremios y el momento histórico de Aerolíneas fueron algunos de los temas a los que hizo referencia el gerente Comercial de AR.

Aparte del nuevo vuelo a Salvador de Bahía, ¿hay alguna otra ruta nueva que tengan pensada incorporar para el verano?
Para lo que es enero y febrero no. Principalmente, porque la idea es ajustar la programación para poder cumplirla. Al mismo tiempo la salida de los Boeing 737-200 y la transición de pilotos a los Boeing 737-700 nos genera un cuello de botella. Pero, a partir de marzo, vamos a estar más liberados; tendremos a los 12 B737-700 volando y, a partir de marzo y abril, la idea es aumentar las frecuencias a todo lo que es el mercado  regional y cabotaje. Seguramente volemos a algún destino nuevo dentro de Brasil; de acuerdo a la fecha que entren los Airbus 330 una de las primeras rutas que vamos a comenzar a volar es México y vamos a mejorar nuestros vuelos a Caracas -sobre todo a partir del acuerdo que firmamos con Venezuela-. Esta es una ruta muy rentable y logramos la quinta libertad más allá de Caracas, lo cual abre un abanico de posibilidades muy interesantes.

¿Por qué cree que, en general, los medios suelen criticar este acuerdo entre la presidenta argentina, Cristina Fernández; y su par venezolano, Hugo Chávez?
Independientemente de que están enmarcados en un acercamiento entre Argentina y Venezuela, la realidad es que esto nace de una necesidad comercial de Aerolíneas Argentinas. Esto es sumar valor a la operación de Aerolíneas Argentinas y es espectacular desde el lugar que se lo mire.

¿Esto se va a operar con los Airbus A330? ¿Es parte del acuerdo que se había firmado con Marsans?
Sí se va a operar con los Airbus A330. En realidad lo que estamos haciendo es reformular el acuerdo que se firmó con Airbus porque estaba ligado a determinadas condiciones específicas de mercado de ese momento. Las condiciones han cambiado drásticamente, con lo cual estamos planteando un nuevo acuerdo a cinco años muy ambicioso.
El pacto de Marsans se planteó en un formato que era la compra de dos o tres aeronaves, pero la realidad es que estamos apuntando a tener una flota lo más unificada posible a largo plazo. Con lo cual no sirve simplemente ingresar dos o tres aeronaves con una configuración y en dos años estar pidiendo otras aeronaves que tienen una configuración distinta.

¿Cómo impacta en AR la incorporación de flota nueva?
El impacto se da, en un porcentaje, por la reducción en el gasto operativo directo. Pero lo más importante es lo que te ahorrás en costos indirectos por la incapacidad de previsibilidad. El impacto que eso tiene en tu operación es más alto que el ahorro específico que podés tener en combustible. El principal problema de un avión viejo no está en el gasto específico del vuelo punto a punto sino el perjuicio que te genera en la operación. Es un gasto oculto pero muy importante.
En este sentido hemos mejorado muchísimo. Hace cuatro meses le preguntabas a cualquiera su opinión de Aerolíneas Argentinas y es totalmente distinta a la que tiene hoy. Queda mucho por mejorar pero la sensación de la gente es que puede confiar en un vuelo de AR. Nuestra tasa de problemas operativos se redujo a la cuarta parte y está por debajo del promedio de la industria. Es más fácil que tengas un problema si elegís otra aerolínea; incluso con la flota vieja que tenemos nosotros.
Lo que estamos haciendo es no recargar la operación; estamos intentando tener aviones y pilotos de back up. Lo que va a pasar a partir de marzo y abril, cuando tengamos a los 12 B737-700 volando y los Embraer entrando, es que tendremos una confiabilidad en la operación tremenda. Ahí sí vamos a poder salir a volar mucho más porque no va a hacer falta tener tantos aviones de back up. Estamos apostando a que el 2010 sea un año totalmente diferente a los últimos tres.

Los últimos tres ministros de Turismo de San Luis se quejaban de la falta vuelos de Aerolíneas Argentinas. ¿Cómo se manejan ustedes o qué margen de maniobra tienen en este tipo de situaciones que se relacionan a una puja política entre el gobierno nacional y un gobierno provincial opositor?
Hay una suma de problemas, no es simplemente un interés nacional o provincial. Sinceramente no existe ningún tipo de presión del Gobierno acerca de adonde volar o dejar de hacerlo. Alguien lo puede poner en discusión, pero yo lo puedo asegurar y no estaría ocupando el puesto que ocupo si no supiera que tenemos todo el apoyo para tomar las mejores decisiones para AR. El problema de la programación de Aerolíneas va mucho más allá de lo político. Hay una cantidad de decisiones tomadas en los últimos años que han generado todos estos vuelos que cualquiera que los mira se da cuenta que son ridículos; como triangular Santa Rosa-Viedma, San Luis-San Rafael, Posadas-Resistencia. Son rutas que se han puesto por la incapacidad de tener los vuelos necesarios operando. En la medida que la gestión privada anterior se fue quedando sin aviones o fue decidiendo apostar a las rutas más rentables y a marginar absolutamente estos destinos no troncales fue generando este tipo de cosas. Pero no es razonable porque eso no es un producto, es un invento; ninguna aerolínea seria pensaría encararlo de esa manera, y menos una aerolínea de bandera a través de una gestión pública que realmente tiene el compromiso de transformar las cosas. No tiene que ver con si el Gobierno Nacional apoya o no un vuelo a San Luis.
Estoy en Aerolíneas para llevar adelante una gestión eficiente y porque creo que es un deber patriótico hacerse cargo del área comercial de esta empresa en este momento. Argentina necesita una línea aérea de bandera que tenga la capacidad de dar un servicio excelente y genere una conectividad de Argentina con el mundo y en todo su territorio pero en forma competitiva. Creo que es posible, si no lo creyese no estaría donde estoy.

Desde que comenzó el proceso de reestatización, la oposición ha tomado a Aerolíneas como un elemento para arremeter contra el Gobierno Nacional ¿Cuál es su sensación al ver esto?
El problema que hubo en los últimos meses es que se ha convertido a Aerolíneas en un campo de batalla político. Hay una pugna ideológica y creo que es un error total. Nosotros queremos mostrar en resultados que todas estas sospechas y barbaridades que están diciendo no se puedan sustentar. Es muy fácil hablar mal de Aerolíneas cuando se viene de un proceso anterior calamitoso.

Recién usted hablaba de las “barbaridades” que la oposición y medios periodísticos opositores dicen sobre AR. Personalmente, ¿cómo se siente al escuchar estas cosas?
La verdad es que te pone mal, sobre todo cuando ponen en duda la honorabilidad de las personas. Seguramente hay un montón de errores -propios o que se arrastran de la gestión anterior- pero cuando ponen en duda la honestidad de quienes trabajamos en Aerolíneas se meten en un territorio que no corresponde. Eso me parece detestable.

Siempre hablan de todos los problemas que arrastran de la gestión anterior. ¿Qué errores asumen como propios?
Cuando te enfrentás a una situación tan calamitosa el principal error que cometés es querer abarcar todo a la vez. Las malas decisiones tienen que ver con qué priorizás. En los primeros meses quería abarcar todo al mismo tiempo, trabajaba 16 horas por día y después me di cuenta que ese no es el camino. Me focalicé en resolver los problemas de a uno y en fortalecer mi equipo de trabajo.

¿Cuál es su postura respecto al rol de los sindicatos, teniendo en cuenta que se ha dicho muchas veces que ellos manejaban la aerolínea?
La realidad es que si mirás los últimos 20 años de AR entendés también los problemas gremiales que existieron. En este tiempo la mayor parte de los problemas gremiales que hubo no tuvieron que ver con las condiciones específicas de los trabajadores sino con las condiciones y el futuro de la propia empresa. Gran parte de la conflictividad que existió durante la gestión privada estuvo ligada a la defensa de la compañía. Entonces, de alguna manera, la historia le dio la razón a los gremios. Eso ha generado también en la opinión pública la estigmatización de los gremios como los culpables de todos los problemas de Aerolíneas; cuando -en realidad- los culpables fueron las sucesivas gestiones privadas que la destruyeron. Culpar a los gremios de todos los problemas de Aerolíneas es un error.
Sin dudas que los mecanismos defensivos que generaron los gremios durante gestiones privadas calamitosas pueden, en algún punto, generar algún tipo de conflicto en la imagen de la compañía, pero el problema no está ahí, está en 20 años de gestión privada en los cuales nunca se invirtió lo que se debía y no se cumplió con los pactos firmados. La realidad es que los gremios fueron una parte muy importante en el proceso de estatización de Aerolíneas.
Es muy fácil culpar a los gremios pero el 90 por ciento del problema viene de otro lado. Y la elección de Mariano Recalde como gerente General tiene que ver con buscar esa armonía social dentro de la compañía. Lo está haciendo muy bien, es un hombre muy valiente que está jugado con esta gestión y estoy muy comprometido con el enfoque que él le está dando.  

Los planes para OPTAR

Durante los últimos meses, Aerolíneas Argentinas ha intentado revivir OPTAR, la operadora con la que cuenta la línea aérea. De hecho, pudo verse durante la última Feria Internacional de Turismo el fuerte impulso que intentaron darle. El gerente Comercial de Aerolíneas Argentinas, Juan Pablo Lafosse, hizo referencia ante los medios del trade sobre los planes que tienen para la operadora y el lugar que ocupa dentro de la nueva estrategia de la compañía.
“OPTAR es el departamento vacacional de Aerolíneas Argentinas. Esto no significa que salgamos a buscar directamente al pasajero. En realidad todo lo contrario; tiene que generar la estrategia de producto y la coordinación de pool de operadores y la promoción de los distintos productos. Hoy OPTAR se está encargando, por ejemplo, del Visit Argentina. El enfoque que le estamos dando es el de coordinar el segmento vacacional. De hecho va a estar presente en FITUR haciendo el lanzamiento del Visit Argentina, reuniéndose con los operadores para que vendan”, afirmó.
“Apuntamos a incluir el fee dentro del boleto”
Juan Pablo Lafosse también hizo referencia al tema del fee para las agencias de viajes, un punto sobre el que se viene discutiendo hace tiempo.
“Hay un equipo de AR y de la AAAVyT trabajando en encontrar el canal legal para poder hacerlo; estamos muy cerca. Pasa que es un tema muy complejo por las derivaciones que podés tener. Pero algo que parecía inalcanzable, hoy, está muy avanzado. Apuntamos a poder incluirlo dentro del boleto; nos parece que es una excelente solución que le aseguraría a la agencia un ingreso genuino y real sobre su trabajo. Esto es importante porque como gestión pública nuestro objetivo no es quitarle rentabilidad a uno de los actores de nuestra industria sino ver cómo dinamizarla en su conjunto. En un mercado más grande con una competencia muchísimo mayor es lógico que haya una low cost que busca vender directo, pero no es la estrategia que debería llevar adelante la línea aérea de bandera en un país como Argentina, que debe apostar al turismo como una fuente muy importante de ingresos”, comentó.