Aeropuertos Argentina 2000 organizó un recorrido para la prensa por el nuevo aeropuerto de Carrasco, que se encuentra próximo a inaugurarse y allí estuvo Mensajero Periódico Turístico, conociendo el edificio con techo curvo que presenta espacios muy amplios, enormes transparencias que benefician esa sensación de amplitud -la parte superior del edificio cuenta con una cubierta envolvente de vidrio inclinada de aproximadamente ocho mil metros cuadrados que permite optimizar la iluminación natural y brindar una visual abierta hacia la plataforma y todo el predio- y una arquitectura sorprendente. Así, además de  presentarse como una opción de hub para el Mercosur, esta nueva terminal buscó crear un hito arquitectónico que represente al Uruguay con un gran techo de triple curvatura que se extiende por casi 400 metros sobre toda la longitud del edificio, sobrepasando los extremos y descansando sobre el suelo. Las líneas continuas y su geometría ondulante buscan asemejarse al paisaje natural del país.

El edificio en sí
La nueva terminal tiene una superficie total de 45 mil metros cuadrados divididos en dos niveles principales: la planta baja para pasajeros que arriban y el primer piso para las partidas. Además cuenta con una importante terraza y con ocho puertas de uso simultáneo para embarque remoto y fijo, más cuatro puentes fijos para el desembarque de viajeros. El edificio cuenta con cuatro mangas telescópicas y 44 posiciones de check in equipados con CUTE (sistema de mostradores intercambiables). La planta baja dispone de tres cintas de reclamo de equipaje, 24 mostradores de migraciones (doce en arribos y doce en partidas), 1.200 plazas de estacionamiento vehicular, el doble que la actual, y 100 mil metros cuadrados de plataforma comercial. La estación aérea tiene la posibilidad de manejar más de 150 por ciento del volumen de los pasajeros actuales, que en 2008 fueron 1.236.000. Esto significa que el aeropuerto ofrece un nivel de servicio IATA A.

Los responsables de la idea
La obra quedó en manos de la concesionaria del aeropuerto, Puerta del Sur, una empresa presidida por Martín Eurnekian que forma parte del consorcio Aeropuertos Argentina 2000 y el arquitecto a cargo de semejante proyecto fue el reconocido Rafael Viñoly.
Eduardo Eurnekian, presidente de Corporación América confirmó que “La inversión ronda en los 200 millones de dólares con todas las obras de infraestructura posterior (parking, accesos) pero la obra en sí está valuada en 165 millones”.
Al ser consultados sobre los diversos cambios de Gobierno que se sucedieron a lo largo de la obra en el Uruguay, Eurnekian comentó: “Las obras de esta envergadura son obras donde el tiempo no tiene el significado medido en función a gobiernos. En un país donde hay respeto por el derecho jurídico, los gobiernos son circunstanciales y los inversores confían en eso. Son obras que van más allá de un Gobierno. En ningún momento nos preocupó que hubiera gobiernos de diferentes signos”.
Por su parte, Rafael Viñoly comentó: “Los edificios empiezan a vivir el día que empiezan a funcionar así que esta obra no se termina, recién está empezando. Este edificio es simple y es una respuesta gestual a lo que se ve. Esto no es el ala de un avión sino una parte de la geografía uruguaya”. Y al ser consultado por Mensajero sobre los aeropuertos modelo siglo XXI respondió: “Ahora va a venir una ola muy grande de desarrollo de este tipo de infraestructura. La gente tiene que entender que el ciclo de una estética es muchísimo más corto que lo que la arquitectura puede soportar. La arquitectura no es moda. Los edificios tienen que tener más conexión con algo que los haga diferentes y eso es esta simplificación, que el edificio se vea de una manera distinta en distintas escalas”.
En ese sentido, y en cuanto a las características que tiene que tener un aeropuerto, Eurnekian comentó: “El pasajero debe estar bien atendido y debe sentirse servido por el aeropuerto. El viaje debe ser un placer y estar en el aeropuerto debe ser parte de ese placer. Aquí, estamos ante una obra de arte”. Y al ser consultado por este medio sobre los efectos que la crisis económica puede tener en este tipo de obras, el presidente de Corporación América explicó: “Digamos que uno se juega a hacer cosas, que salen bien y luego aparecen las crisis. Si las cosas están bien hechas desde el inicio las crisis se superan. Si se trabaja con visión de hacer bien las cosas, seguras y que tengan solidez, va a funcionar. Esto es una demostración de eso: es un aeropuerto sólido, seguro, tiene todas a su favor. ¿Cuál es el problema? Nadie se va a animar a decir: ‘no financio algo de estas características’. Una cosa va de la mano con la otra”.
Por su parte, Martín Eurnekian explicó en diálogo con este medio: “Queremos apuntar a un aeropuerto eficiente para que pueda mover olas de aviones que puedan interconectarse entre sí e interconectar a la región, que bastante desarrollo le falta. Creemos nosotros que hay una demanda por satisfacer la conectividad punto a punto en la región que está muy concentrada en ciertos nodos de ciudades importantes y que a la periferia le cuesta mucho. Este aeropuerto hasta categoría C de nivel de confort IATA puede soportar cuatro millones y medio de pasajeros que es una vez y media la población del Uruguay y tres veces la capacidad actual. La idea es poder interconectar a la región”; y agregó: “Ahora es cuestión de días para que entre en operaciones el aeropuerto. Es cuestión de detalles. Las aerolíneas ya están todas listas, los entes estatales también. Ahora es momento de que los técnicos digan que estamos listos, entonces apagaremos una terminal y prenderemos la otra”.

Ezeiza y el futuro

Eduardo Eurnekian también se refirió a las obras en el aeropuerto de Ezeiza: “El tema acá es diferente porque es un proyecto mucho más ambicioso y de mayor inversión. Estamos en planes de llevarlo adelante y espero que no tengamos las dificultades que muchas veces suelen suceder en Argentina. Estaría inaugurado en cinco años”. Y también habló del negocio de los aeropuertos: “El aeropuerto sigue siendo nuestro negocio fundamental. Es lo que nos da proyección internacional. Un aeropuerto ya no es un tema de estrategia, no pertenece a nada que tenga que ver con la seguridad del Estado. Es una gestión que tiene que ver con la comodidad, la satisfacción, el incremento del tránsito de pasajeros. Es una cuestión más de imagen de país que otra co