Una colaboración especial para Mensajero de un histórico del sector turístico en Argentina: Antonio Torrejón. En esta ocasión nos muestra su visión sobre el rol y la gestión de los organismos municipales de turismo en la Argentina y la importancia de una óptica multidisciplinaria.

El turismo, considerado hasta no hace mucho tiempo, por gente desinformada, como sector frívolo de la economía, que se podía asumir desde el Estado en cualquier tercer nivel de la producción; hoy, gracias a una biblioteca de razones, demuestra, que se trata de un sector multidisciplinario, frágil y perecedero, que tiene que estar, junto, o cerca, al máximo nivel de decisión. Cama que no se ocupa en un día del año, o butaca  que no transporte a nadie, “se pierde de por vida”, a eso agréguele el rosario de consumidores directos o indirectos que involucra.
Hay quienes creen que un Instituto o Ente Mixto, puede crear una síntesis eficiente, de otra dinámica turística, para Municipios o Provincias. Craso error de lectura constitucional: la política, integra lo indelegable del Estado (Ejecutivo Municipal, en nuestro caso). El poder político en democracias como la Argentina, se elige con el principio de la confiabilidad para las mayorías y el gobierno para todos (búsqueda del bien común). Las políticas de estado, la información y la fiscalización, requieren de un Organismo oficial de Turismo. Es delegable la acción promocional, rol que tiene que cumplir el Instituto o Ente Mixto, como correctamente afirma la Ley Nacional de Turismo en vigencia, la Nº 29997/95.
El nuevo rol, y gestión de los Organismos Municipales de Turismo incluyen el tema motor de las actividades “genuinas” de ciertos pueblos o ciudades.
El turismo, sin lugar a dudas, creará opciones para la recreación cultural y la ayuda al adecuado manejo de las Áreas a Proteger, (naturales o culturales) creando una relación de trabajo nueva entre las dependencias estatales, pero sobre todo, a  reconocer la importancia vital de estos temas del “tiempo libre de residentes y forasteros”, que convergen y se dan en la jurisdicción municipal. Además de estas visiones planteadas, puede ser útil para interpretar la profunda relación existente entre estos temas, la introducción hacia algunas tendencias por todos conocidas y de algunos aspectos teóricos.
En la composición del producto turístico, el atractivo es el principal motivador de la decisión de viaje por parte del turista, las facilidades (alojamiento, gastronomía, recreación y excursiones) y el transporte son los que permiten la llegada y el disfrute del campo, la producción, del paisaje, de los testimonios de la historia,  fiesta, o el escenario elegido para vacaciones, la recreación o un mix de negocios y ocio.
Los productos turísticos son naturales o culturales, dependiendo si surgen de la obra “del creador Supremo” o del hombre, y aquellos que se encuentran en jurisdicción de cada comarca, zona, provincia o región, aunque sean administrados por otros.

La sustentabilidad
Por otra parte, y a propósito del turismo, son cada vez más reconocidos los beneficios sociales, culturales y económicos que éste reporta a las comunidades que lo desarrollan en forma sustentable. Por este motivo, así como crece la demanda de turistas dispuestos a recorrer el mundo también aumenta la cantidad de destinos dispuestos a competir por esa porción de consumidores privilegiados.
Conforme crece la competencia, las comunidades, en sus contextos, zonales o Comarcales, vistas como destinos, desde la comercialización del turismo, requieren mejorar la calidad de sus servicios y sobre todo diferenciarse de sus competidores. El primer objetivo, es factible de alcanzar con un Plan de calidad consensuado donde todos los protagonistas estén comprometidos en su ejecución. Ahora bien, el segundo objetivo, diferenciarse de la competencia, en pleno siglo XXI, donde la globalización uniforma costumbres y estilos de vida, es un desafío que tiene que ver con la fortaleza de la identidad cultural del pueblo y las modernas herramientas que la participación democrática, nos posibilita.

La necesidad de una visión amplia
El turismo es una multidisciplina movilizadora e integradora, transversal, de otras disciplinas y saberes que se nutren recíprocamente. Aunque las investigaciones realizadas por esta actividad relativamente contemporánea y joven, están siempre abiertas con el mayor de los respetos, a otras disciplinas, en nuestra tierra debido al perfil individualista argentino; cuesta mucho lograr las comprensiones y evoluciones, que permitan brindar más ayudas, a otros sectores y disciplinas, por la vía de incompatibles “mezclas”.
El Turismo desde su primera lectura debe ser entendido como un sistema, ya que es una sumatoria de partes e interacción transversal de las mismas, lo que en última instancia la convierte en una multidisciplina, particularmente propulsora e integradora de la política (como búsqueda del bien común), la comunicación (parte integrante del sistema de promoción turística), la economía (por el impacto del turismo y la capacidad de motor de otras disciplinas que el turismo posee), la sociología (en torno a las condiciones sociales que posibilitan o facilitan los desplazamientos humanos, observando al turismo como un fenómeno social), la educación (transmisión de conocimiento informal), la salud (el turismo en su colaboración para mejorar la calidad de vida), la estadística (investigación de mercado que se transforma en un instrumental de apoyo), la ecología (su aporte a la recuperación de los ambientes naturales).

Un estado paternalista

Dado que el turismo es objeto de estudio y funciona con la sinergia de varias disciplinas, y utiliza referencias teóricas de la mayoría de las ciencias sociales, pierde eficiencia si se lo relega o mezcla en los niveles de decisión. Además, es fundamental destacar la importancia de esta actividad en la economía nacional, sobre todo si se tiene en cuenta que en Argentina y en otros países emergentes, el turismo es en un 98 por ciento “sector emprendedor y Pyme” lo que obliga a tener un estado paternalista, de sabia conducción es decir, cumpliendo un rol de equilibr