“Es altamente probable que el Caribe siga experimentando un incremento en los riesgos de desastres naturales, la incidencia de enfermedades tropicales y el emblanquecimiento de los corales, trayendo como resultado altos costos humanos y económicos”, señaló Augusto de la Torre, economista jefe del Banco Mundial para la región de America Latina y el Caribe al presentar el informe en Santo Domingo.
El informe “Desarrollo con menos carbono: respuestas latinoamericanas al desafío del cambio climático”, afirma que el cambio climático es inequívoco y se aprecia, entre otros efectos, en el aumento de las temperaturas en más de 1 grado centígrado y en la mayor frecuencia de climas extremos en la forma de huracanes y lluvias intensas que han experimentado especialmente Centroamérica y el Caribe.
En el caso particular de la República Dominicana, según Walter Vergara, Especialista del Banco Mundial en Cambio Climático para el Caribe, el país, al igual que sus vecinos de la región, está expuesto a eventos extremos del clima y a impactos inducidos por aumentos de la temperatura del mar, lo cual se traduce en un impacto en la pesca y la protección costera.
También, los corales del Caribe emblanquecerán y eventualmente morirán. El 80% de los corales del área se han visto afectados recientemente por el descoloramiento, lo cual ha resultado en la muerte de algunos, y todos podrían desaparecer para el año 2060.
“El país se ha visto impactado por cambios en los ciclos de precipitación y por el aumento del nivel del mar, exponiendo esto último a la infraestructura costera del país. La intensidad de los huracanes ha aumentado desde los años 70 y aparenta estar muy relacionada con aumentos en la temperatura de la superficie del mar”, explicó Vergara.