La propuesta apunta a darle una vuelta de tuerca al turismo receptivo por medio del armado de circuitos de visitas por iglesias y centros de fe, un calendario de festividades patronales y la celebración de misas en inglés, italiano y portugués para migrantes y turistas extranjeros.
Caminos de Fe, programa creado por la Pastoral de Migración y Turismo del Arzobispado con apoyo de organismos oficiales, será presentado hoy, a las 20, en Buenos Aires 1563.
A la propuesta, que motoriza el delegado diocesano Márcio Toniazzo, sumaron su entusiasmo el Ente Turístico Rosario (Etur), la Secretaría de Cultura municipal, el Ministerio de Innovación y Cultura provincial, Migraciones, la Escuela de Museología, la UNR y el Instituto de Turismo Edmondo De Amicis.
Se trata de dar forma a prácticas que de hecho ya existen: los turistas que visitan Rosario se interesan por sus iglesias y muchas veces incluso llegan a la ciudad tras recorrer el santuario de la Virgen de San Nicolás. "Por nuestras oficinas pasa mucha gente que viene de San Nicolás y hace noche en Rosario porque al día siguiente quiere ir a la misa del padre Ignacio (ver aparte)", explicó la coordinadora del Etur, Adriana Giromini.
Aun así, Caminos de Fe se plantea como otra cosa: un armado de recorridos y visitas que indaga sobre la historia y gravitación de las comunidades religiosas en la ciudad y busca promover expresiones de devoción popular, como las fiestas patronales, a menudo cargadas de tradiciones que llegaron desde otras tierras.
Pero tampoco se trata, como podría parecer, de un proyecto confesional o cerrado a las expresiones de la Iglesia Católica Apostólica Romana.
"Es una propuesta abierta no sólo a los creyentes y a los turistas, sino a todos", se encargó de aclarar el titular de la pastoral a cargo del proyecto, el padre Toniazzo, en un perfecto portuñol que mostró su propia condición de extranjero enamorado de la ciudad.
El titular del Etur, Juan Nyffenegger, también rescató el espíritu amplio de la idea: "Rosario tiene una propuesta interesante en cantidad de iglesias y estilos arquitectónicos, advocaciones a la Virgen y ceremonias que hablan de una historia con diversidad de colectividades". Por eso destacó, sobre todo, que el turismo religioso se enmarca "mucho más en un sentido antropológico que eclesiástico".
El proyecto cosechó, además de avales oficiales, el interés de las agencias de turismo y del sector hotelero y gastronómico. Por eso Nyffenegger confía en que Caminos de Fe pueda convertirse en un "producto turístico de peso".
Los circuitos guiados que propone Caminos de Fe son, por ahora, tres: "La fe que nos libera" (basílica menor de la catedral y convento de San Lorenzo), "Haciendo historia" (recorrido por iglesias históricas y con fuerte participación en la vida civil) y "La fe de los migrantes" (por parroquias y capillas con historia de migrantes).