Al cierre de esta edición el paro de los afiliados a la Unión de Trabajadores Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA) ya era efectivo. Lo había anunciado Luis Barrionuevo en un plenario de secretarios generales y delegados de ese gremio el jueves, en la sucursal de Avenida de Mayo 930. Allí el líder de la CGT Azul y Blanca llamaba a las bases a que realizaran “paro, movilizaciones, escraches a las cámaras (empresariales) de todo el país, marchas y visitas a los principales hoteles y restaurantes de las zonas turísticas del país, piquetes y cortes de rutas”. Según palabras de Barrionuevo, las regiones más afectadas durante el fin de semana largo iban a ser Capital Federal, el NOA, Bariloche, Ushuaia, El Calafate y la Costa atlántica.

Los motivos
La crisis entre los trabajadores y los empresarios surgió cuando los primeros elevaron un pedido del 28 por ciento de aumento al que las patronales respondieron con un rotundo no, alegando que en tiempos de crisis los “esfuerzos se estaban poniendo en mantener las fuentes de trabajo”. “O aumentamos los sueldos o conservamos los puestos laborales”, había dicho Oscar Ghezzi, presidente de FEHGRA a Mensajero.
Eso llevó a los trabajadores a una manifestación a las puertas de la central empresarial que  terminó con la represión por parte de la policía.
Según el sindicato, en la última reunión que los puso cara a cara con los empresarios, estos ofrecieron una reposición salarial del 15 por ciento. “Nosotros nos bajamos hasta el 25, pero ellos no aceptaron; por lo tanto volvimos a foja cero”, dijo Barrionuevo al micrófono de Mensajero.
Teléfonos descompuestos
“Nosotros habíamos alcanzado al empresariado un pedido de aumento de 28 por ciento, pero hasta el día de hoy no han contestado”, respondió Barrionuevo en conferencia de prensa. Por su parte, Mario Zabaleta, secretario de FEHGRA, había declarado a Mensajero que “el sindicato no acercó ningún pedido formal de paritarias, ni directamente ni a través del ministerio de Trabajo”. El jueves, ante la pregunta de Mensajero, Barrionuevo contestó: “Son unos mentirosos, hemos venido conversando permanentemente y lo que ellos han hecho es subestimarnos nuevamente y pedir protección policial. Nosotros le hemos acercado el petitorio. Deliberaron en San Luis y facultaron a una comisión para que acerquen las posturas pero hasta el día de la fecha no lo han hecho. Ayer (por el miércoles), en el ministerio de Trabajo, se hicieron los sorprendidos y se fueron”.

Confiado
El jueves, la expectativa de Barrionuevo respecto del acatamiento del paro era alta: “Nosotros tenemos un muy buen activismo, los compañeros están preparados y sabemos de qué manera poder golpearlos”. “Esto recién empieza y no sabemos cuando va a terminar porque estamos buscando recuperar el poder adquisitivo que ya perdimos hace dos meses, cuando deberíamos haber ido a paritarias”, respondió el sindicalista.

“Sueldos miserables”
“Si ellos consideran que no hay trabajo y que tienen que despedir compañeros, que lo hagan”, respondió desafiante Barrionuevo cuando se le planteó la alternativa empresaria de salarios o despidos. “Son mentiras, ellos argumentan eso porque no quieren sacar ni un peso para sostener transitoriamente a los trabajadores, que no los van a despedir fácilmente  porque son profesionales que les han hecho ganar mucha plata”, continuó.
“Los que están trabajando, que son más de 300 mil personas, tiene que llevar a su casa salarios dignos; no indignos ni miserables como ellos quieren”, concluyó el líder sindical.

Último momento

Si bien Barrionuevo había mostrado intransigencia en su postura, el viernes a última hora el Ministerio de Trabajo llamó a conciliación obligatoria y se levantó el paro de los gastron&oac