Luego de abandonar sus funciones y preparándose para asumir un cargo referente al turismo de convenciones en la provincia de Santa Fe, Sebastián Nardone habló sobre la crisis, el papel del Estado, la CAT, el InProTur y el CFT.

¿Qué está haciendo mientras se define su nuevo lugar en el gobierno de la provincia de Santa Fe?
Estamos intercambiando ideas con viejos amigos de distintas partes del mundo, planificadores, economistas, arquitectos, gente del turismo. Gracias a Internet podemos comunicarnos e intentar nuevas visiones para una mejor intervención del Estado en estas épocas de crisis. Lo más importante es que partimos de una premisa en común: el valor del turismo como herramienta de desarrollo e integración.

¿Cuál debería ser el rol del Estado en materia de Turismo en estos tiempos de crisis?
El Estado debe mantener un nivel de la actividad que permita sostener las fuentes de trabajo; eso y hacer del turismo una herramienta de desarrollo es un compromiso interesante y creo que factible.
Enrique Meyer acercó a todos los secretarios el libro “Más ética, más desarrollo”, de Bernardo Kliksberg, que evidentemente no es una visión del negocio del turismo, pero creo que por allí deben pasar muchas de las soluciones; salirnos de las políticas corporativas y sectoriales y entender al turismo como activador del capital social de cada destino, allí estará el negocio y la responsabilidad del Estado.

¿Qué estrategias se deberían tomar para transitar esta crisis?
Estudiar, medir y trabajar juntos: sector público y privado, teniendo una visión desde los destinos y no desde cada actividad en particular, y finalmente saber que, como en la perinola “todos ponen”, sólo así todos ganan.
Otro elemento importante es respetar las realidades regionales en las distintas etapas de la planificación y no hacer de la crisis parte del discurso, lo cual es bastante habitual en algunos sectores; basta con leer las declaraciones para intuir cierto disfrute en preanunciar que todo será peor, lo cual me parece morboso y equivocado.
 
Muchos se quejaban del sector privado alegando que el sector público es consciente de la crisis que se vive, intenta hacer cosas, pero que el privado no acompaña; no quieren invertir, sólo quieren subsidios y que el Estado los financie. ¿Está de acuerdo con esta visión?
Creo que cuando hablamos de sector privado debemos diferenciar, no meter a todos en la misma bolsa. Hay empresarios con los cuales uno trabaja codo a codo diariamente, luego están las corporaciones locales y finalmente las corporaciones “argentinas”, creo que aquí esta el problema, es un tema que merece más de una nota, tiene que ver con nuestra cultura, de allí las organizaciones que construimos, que no siempre reflejan las necesidades del medio en que nos movemos.
Si leemos el informe de la Cámara Argentina de Turismo elaborado por Adolfo Sturzenegger, presentado en la última reunión del CFT del 2008, y lo vamos cotejando con las realidades de las regiones y sus destinos vemos severos desaciertos, y si de allí salen las posibles soluciones o reclamos como la rebaja del IVA a los extranjeros, nos daremos cuenta que ese informe era sobre la crisis de la hotelería de Buenos Aires, de allí la medida solicitada, ya que el turismo internacional tiene en un 96 por ciento esa ciudad como destino.
Frente a la pérdida de competitividad por el tema cambiario, se podría poner sobre la mesa eliminar la doble tarifa, dolarizada para los extranjeros, o reclamar la famosa conectividad aérea, evitando el efecto embudo que produce Buenos Aires.
Por ejemplo, en Santa Fe, la incidencia del turismo extranjero es muy baja, entonces qué es lo que aporta al turismo provincial el beneficio que solicita la CAT.

¿Qué opinión le merece el trabajo del InProTur?
Hay trabajo y buenas intenciones, hay apertura, pero creo que en la planificación debe partirse de la necesidad de cada destino, y esto debe reflejarse en una mesa más grande que la actual.
El financiamiento del InProTur es público y federal, porque federales son los aportes del DNT, muy importantes en el caso de Santa Fe y esto debe reflejarse en las decisiones.
El sector privado de la provincia debe decidir en qué medida es representado por la CAT y junto al sector público trabajar, no para ser invitados a las fotos y los brindis, sino para participar de las decisiones.
Veintinueve dólares por cada santafesino que embarca por Aeropuertos Argentina 2000, cuotas de renovación de idoneidad de las 500 agencias y profesionales de la provincia, cuotas federativas a las corporaciones “argentinas”, metros cuadrados en las ferias del sector y varios ítems más son parte del dinero del sector que se concentra en Buenos Aires sin la contrapartida en las decisiones políticas públicas y privadas.
 
¿Qué le parece el trabajo del Consejo Federal de Turismo, ya que algunos han hablado del centralismo de sus decisiones y dejan de lado la problemática que tienen algunas provincias?
El CFT es un marco institucional de trabajo, que no está ajeno a la vida política y a los avatares de cómo nos movemos los argentinos en nuestras instituciones, pero es un lugar de referencia con reuniones periódicas, quizás más que ninguna otra área del gobierno, es un lugar donde reclamar, discutir y también donde relacionarse, perfectible pero válido.
 
En este sentido, ¿qué le parece la designación de Luis Böhm como presidente y cuáles le parece que deberían ser los objetivos que se deben plantear?
No he tenido demasiada relación con Luis, pero es evidentemente una persona sólida y formada por la participación que ha tenido en el CFT. También me parece importante la incorporación de un vicepresidente como Sergio Ferreyra (subsecretario de Turismo) de Misiones, provincia donde hay una decisión de Estado muy fuerte respecto al turismo. Ambos representan a dos provincias que necesitan de la federalización y descentralización.

¿Cuál es su balance acerca de la gestión de Meyer?
Creo que la de Meyer es una buena gestión, con un gran esfuerzo por federalizar determinados niveles de gestión y planificación.
Le tocó protagonizar una transición con nueva ley y nuevos instrumentos, puso en marcha el PFETS, era un momento de ensayo y error, para corregir por resultado. Hoy la crisis ha puesto un nuevo marco de prioridades y creo habría que barajar y dar de nuevo.
¿Qué opinión le merece el plan “Viajá por tu país”?  
Desde la región no he visto resultados, pero para opinar habría que conocer los datos generales de las mediciones que este tipo de acciones deben incluir.
De estos mismos datos se planifica el relanzamiento, así que, si lo relanzan será que tienen datos positivos.
 
En tiempos de ser eficientes con la promoción, ¿a qué mercados se debe apuntar?
Primero a los más tradicionales, Brasil y Chile. Aquí hay que seguir sobre las motivaciones tradicionales y analizar las potenciales, también hay que entender que las ventajas cambiarias han sido una motivación importante de estos mercados; entonces las nuevas paridades exigen hacer nuevas ecuaciones para mantener la actividad, aún cuando eso signifique menos rentabilidad.
Brasil es un gran mercado con grandes posibilidades de crecer, con motivaciones poco explotadas aún, la idiomática por ejemplo, por eso pensar en menores ganancias pero a costa de mantener la actividad y crecer es un recurso válido en estas épocas.
 
Hoy se habla del turismo no sólo como un elemento desarrollador de las economías sino también como un instrumento para combatir la pobreza. ¿Cuál es su visión al respecto?
Yo provengo del socialismo y estudio el turismo convencido de su eficacia como activador del capital social (volviendo a Kliksberg). Nuestra pobreza no es sólo un problema económico, hay una cultura de la pobreza, un marco social que se hace cada vez más complejo y difícil, así las políticas de tiempo libre, recreación, uso y desarrollo del espacio público son, sin dudas, factores de integración de una sociedad.
Logrando un marco de convivencia se rescatan las culturas, las fiestas populares, los artesanos, las costumbres gastronómicas, los baqueanos de nuestra geografía. Todo esto acerca en un primer término a los residentes de la región, estos espacios asumidos para el disfrute local empiezan a ser apreciados por los visitantes y se convierten, con el boca a boca, en un fenómeno turístico que tiene escala económica.
En definitiva, cuando hacemos turismo pretendemos conocer otras culturas en todo el sentido del término; hay destinos de plástico, pero los trascendentes surgen de las raíces de cada pueblo. Los Pueblos Blancos no se pintan para los turistas y San Fermín existía antes que Hemingway y los turistas; debemos crear el clima social que nos permita recrear, mantener y mostrar nuestra cultura.  
 
¿Cuáles son los principales problemas que ve en el turismo hoy en día? ¿Qué se debe mejorar?     
Hay una visión demasiado corporativa, hay muchas instituciones gremiales corporativas y pocas de promoción de destino, su acción influye en nuestra legislación y los instrumentos resultan fuertemente corporativos y centralistas. Hablamos de nuevos paradigmas, existe Internet y tantos avances tecnológicos pero hay quienes siguen atados a viejos modelos.
Debemos tener visiones amplias y abarcativas desde el destino, el negocio particular sólo crece si funciona el destino. Debemos promover el turismo interno como factor de reconocimiento no sólo de negocio, facilitando y no trabando. Hay que repensar el negocio y la participación del Estado, primero como promotor, luego como fiscalizador, nunca como garante de cada operación.
Recientemente, por ejemplo, trabajamos junto a Dr. Gustavo Fernández y la Diputada María Elena Martín para producir la flexibilización en las condiciones exigidas en los viajes escolares en poblaciones de menos de 10.000 habitantes.

Desde Rosario con proyección nacional e internacional

En 1990 asume la conducción de la recién creada dirección de Turismo de Rosario, se vincula y forma parte de la conducción del CINATUR, donde comparte experiencias, entre otros, con Antonio Torrejón, Jorge Defino, Luis Martínez Tecco, Sábato, Susana Ghilardi, Nélida Chan, Gustavo Capece, Miguel Ángel Acerenza.
Es socio fundador y presidente del Rosario Convention & Visitors Bureau. En el 2004 empieza a formar parte del consejo del Ente Turístico Rosario. Dicta conferencias en la Universidad Siglo XXI de Córdoba y en colegios profesionales de Rosario. En el 2006, invitado por la Federación Nacional de Comercio, visita Colombia y da charlas en Barranquilla y Armenia, comparte esa experiencia con el experto en marketing español Ramón Iglesias Tovar. Invitado por Hermes Binner, ocupa la secretaría de Turismo de la provincia de Santa Fe, cargo que abandona recientemente para asumir otras responsabilidades en el mismo gobierno provincial.  
Perfil
-Un destino: Rosario
-Una comida: Pescado de río.
-Un libro: El cisne negro, de Nassim Taleb
-Una película: Un hombre y una mujer.
-Una mujer: ¿Por qué una?
-Un personaje de la historia que admires: Manuel Belgrano
-Una virtud: Idealista y frontal
-Un defecto: Idealista y frontal
-Si no fuese lo que es, qué le hubiera gustado ser: Turista tiempo completo.